La grave y preocupante conmoción social que vivimos los ecuatorianos debido a los altos índices de la violencia que se producen como consecuencia de las actividades del narcotráfico, el crimen organizado y los intereses mineros que aprovechan la desesperanza de millones de familias que se debaten entre la pobreza, el hambre y la desnutrición, más la percepción ciudadana que da cuenta que los partidos políticos, asambleístas y jueces son considerados los más corruptos, seguidos por el presidente y sus colaboradores inmediatos, nos coloca como uno de los países más vulnerables de la región que requiere de manera urgente la participación ciudadana y de sus diferentes organizaciones y colectivos para reconstruir el tejido social y exigir la implementación de políticas públicas dirigidas a la redistribución de la riqueza, más allá de los resultados electorales del próximo domingo que sabemos no resolverán la falta de representatividad del Gobierno del Señor Lasso, la inseguridad y el cuidado del medioambiente. No podemos esperar milagros y peor aún salvadores que nos saquen del profundo atolladero en el que se encuentra la sociedad ecuatoriana, la Democracia no puede reducirse al mero ejercicio del voto ciudadano. (O)
CMV
Licenciada en Ciencias de la Información y Comunicación Social y Diplomado en Medio Impresos Experiencia como periodista y editora de suplementos. Es editora digital.
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