Ya hace muchísimos, pero muchos años tuve la suerte de caminar por las cercanías del volcán Sangay, por el denso bosque la aproximación a la montaña no duró mucho. Ahora según el acuerdo ministerial 2022-138 el corredor de conectividad Llanganates-Sangay está protegido para la biodiversidad y la provisión de servicios ambientales. Estos corredores se les reconoce como áreas especiales para la conservación de la biodiversidad, este es el segundo corredor como una estrategia de conservación liderada por el gobierno y los gobiernos autónomos descentralizados de esa región y apoyados por el Fondo Mundial para la Naturaleza, la Fundación Hempel Dinamarca y la Cooperación Belga para el Desarrollo.
El nuevo corredor protege el Parque Nacional Llanganates y el Parque Nacional Sangay cuyos límites llegan hasta la provincia del Cañar y tiene una superficie de más de 92 mil hectáreas, está ubicado en la cordillera de los Andes y la cuenca amazónica por lo que se constituye un punto estratégico de importancia biológica de la región con una alta densidad y con especies únicas y numerosas cuencas hidrográficas.
En el corredor Llanganates-Sangay fácilmente se conecta el páramo con la selva y esta zona de montañas y ríos alberga a cientos de aves, mamíferos, reptiles, invertebrados, peces y flores. En este lugar se descubrieron al menos 3 nuevas especies de ranas y más de 50 especies de orquídeas únicas en el mundo, 651 especies de aves. Esta estrategia de conservación es positiva, pero se requiere de leyes que lo protejan para que se lo consolide con los moradores que viven en el lugar, las leyes y las ordenanzas permiten la conservación, el ordenamiento territorial y el establecimiento de un corredor en una zona de importancia regional. (O)