La Unión Nacional de Periodistas (UNP) rindió este martes 4 de abril de 2023, un homenaje al equipo del diario El Comercio que fue secuestrado y asesinado hace cinco años por un grupo disidente de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
El presidente de la UNP, Cristobal Peñafiel, entregó la estatuilla de «Eugenio de Santa Cruz y Espejo» (la máxima presea que honra la actividad periodística), a los familiares del periodista Javier Ortega, el fotógrafo Paúl Rivas y el conductor Efraín Segarra.
Secuestro
Los tres fueron secuestrados el 26 de marzo de 2018 cuando acudieron a la zona de Mataje, en la provincia de Esmeraldas para recabar información sobre el auge de la violencia en el sector.
En abril, tras 18 días de incertidumbre, el entonces presidente de Ecuador, Lenín Moreno (2017-2021), confirmó que los tres fueron asesinados por el grupo de Walter Patricio Arízala, alias «Guacho», cabecilla de la organización disidente Oliver Sinisterra.
Los cuerpos del equipo de prensa fueron encontrados en un área remota del municipio colombiano de Tumaco, fronterizo con Ecuador.
Testimonio familiares
Peñafiel recordó que «hace cinco años la angustia, desesperación y algo de esperanza inundaban las redacciones de los medios de prensa y de los hogares de los periodistas», cuando comenzaron a circular fotografías de los integrantes del equipo de prensa «haciendo un dramático llamado» para que se salve sus vidas.
Recordó que entonces, las autoridades del Gobierno informaron de que los secuestradores pedían que se deje libre a guerrilleros presos para respetar la vida del equipo de prensa.
«Que debe respetarse la dignidad de la nación, nos decían, y finalmente, el equipo secuestrado el 26 de marzo fue torturado y asesinado el 8 de abril, aunque la cruel noticia se dio a conocer el 13 de abril de 2018″, recordó.
Añadió que ese día los periodistas inclinaron la cabeza, «no como señal de derrota sino como una señal de indignación y frustración».
«La ‘dignidad’ de un Estado, de un Gobierno, de la Policía Nacional no está más allá de las vidas de las personas«, subrayó Ricardo Rivas, hermano de Paúl.
Peñafiel rememoró que la UNP ha declarado al 8 de abril como «día de luto del periodismo ecuatoriano«, para rendir tributo al equipo de prensa asesinado y, en su memoria, a los periodistas que han fallecido en el cumplimiento de su deber.
En la ceremonia, el periodista Byron Rodríguez, quien trabajó con el equipo de El Comercio, recordó la calidad humana y profesional de Ortega, Rivas y Segarra.
«Engaños, mentira e impotencia»
En una corta intervención durante el homenaje Galo Ortega, padre de Javier, agradeció el apoyo a la sociedad para avanzar en la búsqueda de justicia ante autoridades «que nunca hicieron nada, que nos engañaron, nos mintieron, y por eso la impotencia».
Expresó su esperanza de que el Gobierno entregue la información desclasificada sobre el caso que, cinco años después, sigue en indagación.
Ricardo Rivas insistió en su pedido de «memoria, verdad y justicia», pero se lamentó de que «cinco años después, el Estado no tiene memoria, cinco años después han sido asesinado algunos periodistas, y una gran amiga periodista investigadora tiene que salir del país por amenazas».
Consideró evidente que el Estado en este tiempo no aprendió nada, mientras que los familiares comprendieron que «la lucha es por una sociedad más justas y un periodismo transparente».
Rivas destacó el homenaje realizado para recordarle al Estado «la negligencia, ineptitud, el silencio estatal que ha generado una impunidad, que ahora estamos viviendo las consecuencias».
«Nunca regalaremos nuestra voz, nunca nos callaremos, nunca regalaremos el silencio», anotó al reclamar que se desclasifique la información ante la sociedad.
Por su parte, la periodista Mercedes Álvaro, integrante de la UNP, dijo que el caso del equipo de El Comercio «es el triste ejemplo de la inoperancia y la falla del Estado» y se sumó a las voces que piden que se desclasifique la información. EFE