¡JUECES CORRUPTOS!, es el grito de muchos cuencanos, sobre todo de mujeres organizadas y presas de pánico, enojo, ira y hasta decepción por haber sido defraudadas y víctimas de un sistema de justicia que no funciona, que no responde a los feminicidios y más víctimas que aumentan en forma preocupante en el antes país: “Isla de Paz”.
La justicia ecuatoriana pasa por momentos muy críticos que hacen pensar que está perdiendo su verdadero rol, corroboramos con solo dos ejemplos: el Consejo de la Judicatura no hace evaluaciones y la Corte Nacional de Justicia carece de 22 jueces titulares por más de 3 años. Como respuesta, en nuestra ciudad hace pocos días una multitud de voces, más femeninas, gritaban: ¡jueces corruptos!, voces de universitarios, de grupos organizados y de un pueblo desde hace rato que está herido. Es que la inseguridad que vive Cuenca, adicionadas las nefastas decisiones de jueces, pueden más que las pueriles explicaciones de autoridades que tratan de justificar la ineficiencia de sus superiores.
La inseguridad en Cuenca es creciente, estando el problema mayor en el sistema, con un gobierno que está preocupado en mantenerse en el cargo, con funcionarios ocupados en justificar sus fechorías y con asambleístas que tratan de no caerse de la camioneta o evitar ser bajados por sinvergüenzas.
No hay duda de que hay jueces corruptos, empero, sin querer justificar nefastas acciones que ponen en libertad a mafiosos, delincuentes, feminicidas, podemos asegurar que también hay jueces probos, pero que son amenazados por “angelitos” que les obligan a dar fallos dolosos, de allí se considera que: “en el Ecuador ser juez es una carrera entre la vida y la muerte”.
La justicia está sorda y ciega, por ello, valerosos ciudadanos cuencanos y MÁS CUENCANAS insisten y luchan para que la Función Judicial depure a los malos elementos, que el MSP evalúe la salud de los delincuentes para evitar engaños, y lo que es original, la propuesta de las universidades cuencanas de implementar el “violentómetro”, para medir y conocer el estado de violencia contra hombres y mujeres. ¡MUY BIEN CUENCA, SOBREMANERA SUS FÉMINAS! (O)