La controversia por la instalación de radares en varias calles, avenidas y la Circunvalación Sur tiene un nuevo giro y con otro protagonista: el Ministerio de Transporte y Obras Públicas (Mtop).
De 44 radares, diez fueron instalados en dicha circunvalación y en la Av. Enrique Arízaga. Los restantes están próximos a funcionar.
Aquel es un proyecto impulsado por la EMOV, previo contrato con un consorcio particular. Se lo cuestionó por presuntas irregularidades. Fue tema de campaña política. Los candidatos a la alcaldía ofrecieron darlo por terminado, incluyendo el electo.
Hasta allí, nada más había en particular. Todos esperan el cumplimiento de aquella oferta. Empero, según jurisconsultos de verdad, si se lo hace sobrevendrá un juicio administrativo de incalculables consecuencias económicas para la ciudad, de perderlo, claro está.
Ahora el Mtop pide al alcalde retirar los radares instalados en la Circunvalación Sur y en vía Medio Ejido-Sayausí, por cuanto la EMOV no le solicitó autorización del uso de derecho de vía.
Vale preguntar las razones por las cuales el Mtop no intervino a tiempo, si el proyecto municipal se conoció desde hacía más de un año.
Eso no implica dar la razón ni estar al lado de nadie; pero sí de exigir coherencia.
La EMOV argumenta a su favor las “competencias exclusivas” otorgadas por el Mtop en el marco de la Ley de Descentralización.
Cuenca siempre abanderó la lucha por la descentralización. Lo logró; pero no a medias ni reverenciando al centralismo.
Si ese ministerio no lo cree así, insistimos, debió actuar a tiempo. A lo mejor le libraba a Cuenca de tremendo enredo, excepto para quienes, en un mes de funcionamiento de sólo diez radares han recaudado más de USD 2 millones.
Se retire o no los radares, el contrato está vigente. Cada cual debe asumir su responsabilidad, incluyendo quien ofreció darlo por terminado, pero no actuar como salvavidas a última hora.