Comer sano no es comer feo, no es someterse a una dieta restrictiva. Es ingerir, en forma moderada, alimentos variados que proporcionen un equilibrio de nutrientes para tener energía. El cuerpo necesita proteínas, carbohidratos, grasas, agua, vitaminas y minerales.
Así lo explicó, Fabiola Bermeo, especialista en Nutrición, quien recomienda comer productos “de la tierra a la mesa, no de la industria a la mesa”, para cuidar de la salud física, mental y emocional.
La cantidad y los tipos de alimentos que se consumen, están entre las claves de una dieta balanceada para mantener la buena salud del organismo.
“Las enfermedades son consecuencia de las deficiencias que tiene el cuerpo, el metabolismo se va deteriorando y se producen inflamaciones que repercuten como dolores de cabeza o hinchazón, entre otras”, indicó Bermeo.
Hábitos
Con la pandemia que se desató en 2020, la gente cambió los hábitos de consumo y se inclinó por productos que contribuyan a fortalecer su sistema inmunológico. Un estudio de la consultora Kantar, señala que, en la postpandemia, el 42% de los hogares ecuatorianos se preocupa más por su salud.
La especialista señala que la alimentación equilibrada y adecuada para cada persona está basada en la cantidad de energía que gasta en el día. No es igual un deportista, una persona sedentaria, un niño o un adulto mayor.
“En todos los casos los alimentos son los mismos, lo que cambia son las cantidades de acuerdo a la actividad. Una persona que se ejercita, necesita más energía, obliga a los músculos a trabajar por lo tanto precisa más proteína. Alguien con una vida más sedentaria, requiere bajar el nivel de carbohidratos”, mencionó.
Fabiola Bermeo, quien en su práctica profesional recibe a diario en ‘Natural&Helathy’, a personas que buscan cambiar sus hábitos alimenticios, manifestó que la provincia del Azuay tiene una variada producción agrícola, de frutas, verduras, legumbres y otros alimentos que ayudan a una nutrición sana.
Ejercicio
La nutricionista Daniela Monsalve, señala que una dieta equilibrada, en combinación con el ejercicio, hacen un complemento perfecto para llevar un estilo de vida saludable.
“La alimentación constituye un 80%, mientras que el ejercicio un 20%. El ejercicio sin una buena nutrición, no cambia el aspecto corporal y no va a mejorar la salud en gran medida”, detalló.
A esto se suma dormir lo suficiente e hidratarse bien. El agua ayuda a que fluya la eliminación de toxinas en el proceso de digestión. Y es que el intestino y el sistema inmune están en estrecha relación, porque en el intestino se encuentra el 80% de las defensas.
Además, la experta mencionó que no es saludable crear estrés por restricciones alimentarias, que pueden llevar a comer con ansiedad de manera desmedida.
Una dieta completa y rica en vitaminas es clave para prevenir enfermedades no transmisibles, como las cardiopatías, la diabetes, los accidentes cerebrovasculares y el cáncer. Asimismo, es fundamental ante factores de riesgo como el sobrepeso y la obesidad, señalan los expertos. (PNH)-(I)
DATOS
- Las dietas dañinas y la falta de actividad física, están entre los principales factores de riesgo para la salud. Se recomienda no consumir altos contenidos grasos, de sal o de azúcares refinados.
- Tomar un vaso de agua tibia en ayunas actúa como un limpiador para el organismo, activa el metabolismo y mejora la digestión.
“La pandemia trajo cambios, pero Cuenca es una ciudad privilegiada porque tiene espacios para hacer deporte y el Azuay tiene una variada producción agrícola que ayuda a una nutrición sana”.
Fabiola Bermeo. Especialista en Nutrición.
