En la parroquia Sinincay, localizada al noroeste de Cuenca, a seis kilómetros de distancia desde el Centro Histórico, se realiza apiturismo, una experiencia para tener contacto con el fascinante mundo de las abejas y conocer el rol que cumplen en el planeta.
El apicultor Javier Inga, propietario de ‘Casa Matilde Apiario’ ha desarrollado visitas guiadas con un enfoque de turismo rural, con el que pretende contribuir al desarrollo económico y sostenible del sector.
“Lo que buscamos es difundir la importancia que tienen las abejas para los ecosistemas, porque son las responsables del 75% de la polinización a nivel mundial, ellas sostienen las grandes economías y a nivel regional hacen aumentar las producciones”, mencionó el especialista.
Recorrido
La ruta turística inicia en el parque central de Sinincay, donde se hace una breve descripción de la antigua Iglesia. Se avanza y se cruza por el puente Isaac Chico, una de las construcciones más antiguas de la parroquia, pues data de 1930.
El recorrido, que tiene una dificultad media, dura entre 15 y 20 minutos. En el trayecto se observa la flora endémica, los cultivos y se conoce la historia de Sinincay, una parroquia que conjuga actividades artesanales y agroproductivas.
Una vez en el apiario, los visitantes se colocan un traje especial que les permite acercarse con seguridad y observar la construcción de las colmenas, donde se produce miel, cera, propóleo y jalea real.
Antes de ingresar, se rocía humo en el apiario para controlar el temperamento de las abejas. Para cosechar la miel, los turistas reciben una pequeña palanca con la cual levantan los cuadros de las colmenas, que están repletos de miel y cera.
Esta iniciativa lleva a los turistas a vivir la experiencia de lo que es ser un apicultor, a la vez que genera conciencia sobre el aporte que hacen las abejas y otros animales polinizadores a los sistemas alimentarios.
Y es que según datos de la ONU, pese a que tres cuartas partes de los cultivos del mundo dependen de las abejas, sus colonias están disminuyendo a un ritmo alarmante, debido a prácticas agrícolas intensivas, cambios en el uso de la tierra, la urbanización, el uso de pesticidas y los fenómenos meteorológicos extremos producto del cambio climático.
Ante este panorama, los productores optan por capacitarse e intercambiar conocimientos con miras a comercializar productos con valor agregado e impulsar la conservación.
En Ecuador se registran 2.034 apicultores, según datos del Ministerio de Agricultura y Ganadería de 2021.
Producción
Con la miel que se produce en ‘Casa Matilde Apiario’, se elabora nueve tipos de cerveza artesanal y sus productos derivados se venden bajo la marca ‘El aguijón de campo’.
“Estoy involucrado con mi comunidad, con instituciones públicas y privadas, mi mayor interés es contribuir con mi parroquia, que tiene un enorme potencial turístico”, expresó Javier.
Los interesados en participar del apiturismo vivencial pueden ingresar a la página de Facebook ‘Casa Matilde Apiario’. Se diseñan experiencias para planteles educativos, grupos institucionales, de deportistas, de amigos y familias.
Para la ruta se deben cumplir ciertas normas:
- Llevar zapatos para caminar, de preferencia de caña alta.
- Hidratarse antes de la visita.
- Usar pantalón jean grueso, como medida de protección.
- Evitar el uso de perfume, colonias, lociones o alguna sustancia fragante, debido a que las abejas son sensibles a los olores.
- Evitar movimientos bruscos durante la revisión de la colmena
- Cuidar el medioambiente.
- El equipo para ingreso es entregado a cada visitante. (I)
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colmenas tiene actualmente ‘Casa Matilde Apiario’, una iniciativa que surgió en 2021, con un par de panales.
“Nuestra visión es compartir un turismo vivencial en la ruralidad, mediante el contacto con las abejas y los modelos de producción. promoviendo la preservación del medio ambiente”.
Javier Inga. Apicultor de ‘Casa Matilde Apiario’.
DATO
- Con anticipación se socializan las indicaciones generales, con la finalidad de estandarizar las normas de bioseguridad.