Las sensaciones visuales, auditivas o táctiles son claves para una inmersión de realidad virtual completa. Ahora, un equipo científico ha dado un paso más y ha desarrollado una pequeña interfaz que permite a los usuarios oler distintos olores, como romero, mojito o tortitas, y durian mientras usan esta tecnología.
Su descripción se publica en la revista Nature Communications y sus responsables sugieren que futuras investigaciones podrían permitir a los usuarios detectar olores en videojuegos, películas en 4D y entornos virtuales de enseñanza.
Y es que los dispositivos pueden generar olores de forma rápida y precisa en un área localizada y conectarse de forma inalámbrica a mundos de realidad virtual para ofrecer al usuario «una experiencia inmersiva y más realista».
Los recientes avances en tecnologías de realidad virtual aceleran la creación de un mundo virtual tridimensional «sin fisuras para ofrecer una plataforma social de vanguardia al ser humano», comentan los autores en el artículo.
«Igualmente importante que las sensaciones visuales, auditivas y táctiles tradicionales, el olfato ejerce influencias fisiológicas y psicológicas en los seres humanos».
Ya se han desarrollado sistemas de interfaz hombre-máquina para simular la visión, el sonido y el tacto en realidad virtual, pero diseñar un sistema para el olfato ha sido todo un reto, según un resumen de la revista.
Los diseños actuales de interfaces olfativas tienen formatos voluminosos que utilizan frascos de perfume líquido o auriculares de realidad virtual rígidos, con cables que limitan su viabilidad.
Aún no se han creado generadores de olor portátiles que sean ligeros, flexibles, inalámbricos y estén equipados con una amplia selección de tipos de olor e intensidades de aroma programables.
Aquí se presenta un sistema de retroalimentación olfativa con interfaz cutánea y capacidad de programación inalámbrica, resumen los autores en su artículo.
El equipo liderado por investigadores de la City University de Hong Kong diseñó dos formatos portátiles de interfaz olfativa inalámbrica.
Utilizando generadores de olores a escala milimétrica, el primer formato se adhiere directamente a la piel bajo la nariz con dos opciones de olor, y el segundo es una máscara blanda capaz de generar nueve olores distintos.
Los autores demostraron su capacidad de personalización con una selección de 30 tipos de olores distintos, como piña, jengibre, té verde, caramelo y dulce.
Los diminutos generadores de olores contienen parafina perfumada, que puede calentarse para liberar olores específicos de forma rápida (en tan solo 1,44 segundos) y precisa en una zona localizada.
El equipo científico sugiere varias aplicaciones para la investigación, entre ellas la transmisión de mensajes olfativos como método de comunicación alternativo, la activación de recuerdos emocionales, el control de las emociones humanas y la mejora de la interacción del usuario en mundos de realidad virtual. EFE