Jorge Blando: “Muchas veces acabas trabajando en algo para lo que no estudiaste”

El Tecnológico de Monterrey transformó la educación continua. ¿Qué fue lo que hicieron?

Para el Tecnológico de Monterrey es una prioridad estratégica el aprendizaje a lo largo de toda la vida, y claramente los equipos de educación continua que existían en el Tec eran lo más cercanos para cumplir con la estrategia de este tipo. Y hace seis años me invitaron a participar en el vicerrectorado de Educación Continua. Vivimos un proceso de integración, y con el equipo, lo que hicimos fue darle un giro a la educación continua y mirar desde afuera hacia dentro. Normalmente las universidades vemos desde nuestro ombligo. Lo que hice yo fue mirar de afuera hacia dentro, es decir, qué necesitan las personas, y es aprender. Qué necesita la industria, qué necesitan las empresas tanto públicas como privadas, pues programas que sean pertinentes a sus necesidades. Y nosotros, con esa información, regresamos a la universidad y dijimos esto es lo que necesitan.

Ustedes pasaron de los cursos, de los talleres, a programas diseñados a sus necesidades. ¿Cómo fue la respuesta?

Hay una frase que se dice en el mundo de los negocios que es “todo para mejorar, primero empeora”. El primer año fue bien difícil porque había que hacer transformaciones culturales, estructura, de procesos, que no se dan de un día para el otro, entonces el primer año fue complejo. Pero ya en el segundo año empezamos a tener un crecimiento porque la industria entendió lo que queríamos hacer. La empresa decía quiero un diplomado, pero nosotros les decíamos sí, pero dame más información para que el profesor experto te ayude mejor.

Cómo cambiaron el pensamiento de que la universidad es solo para estudiar una carrera, una maestría, porque la educación continua no es vista como una prioridad

El paradigma que tenemos es que estudies la universidad, que termines una carrera, y ya lo hiciste. Y hoy te pregunto, ¿eso es suficiente? No, lo vemos que no. Aparte sucede que hay un fenómeno que muchas veces acabas trabajando en algo para lo que no estudiaste. Entonces las personas necesitan regresar a la universidad continuamente, que no es suficiente estos cuatro años de universidad, y que no están mal, son buenos. Pero el mundo sigue cambiando. Lo vemos con la tecnología. Necesitamos un programa de actualización. Y es más, si no estudiaste la universidad, ahorita puedes tomar un programa para aprender a hacer algo.

¿Qué recomendaciones daría a las empresas y a las personas con relación a la educación continua?

Yo les quiero hablar a los directores de las empresas. Las empresas quieren mantenerse competitivas, quieren aumentar la productividad, quieren ampliar sus negocios. ¿Quién hace eso en las organizaciones? Las personas. Si tú dejas de invertir en el desarrollo y crecimiento de las personas, estás dejando de invertir el desarrollo de tu organización. Las organizaciones que mejor entienden invirtiendo en el talento es como van a obtener mejores resultados en el corto, mediano y largo plazo.

Y esa inversión se puede hacer en las universidades

Sí. Hay que hacer la inversión inteligentemente. Hay más de 10.000 plataformas en el mundo que son accesibles para aprender, pero eso no necesariamente va a hacer que aprendas. Lo que tienes que hacer es acercarte a expertos, a las universidades, para decirles tengo este reto y este desafío en mi empresa. ¿Cómo me puedes ayudar? ¿Cómo me puedes ayudar a solucionar estos desafíos que tengo? Y entonces se puede diseñar algo a la medida y tener algunos indicadores de medición. Las universidades pueden ayudar, se pueden obtener grandes cambios. Solo hay que dar ese paso. (I)

Andrés Mazza

Periodista y fotógrafo. Escribe sobre cultura, educación, migración y astronomía.

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