En diferentes partes del mundo las defensoras del medio ambiente se pueden enfrentar a represalias por movilizarse contra proyectos extractivos y contaminantes, y 81 de ellas fueron víctimas de asesinatos, según un informe que publica Nature Sustainability basado en 523 casos de las últimas décadas.
El problema, que también conlleva desplazamientos, represión, persecución penal y acoso físico, se concentra sobre todo en América Latina, Asia y África, pero también se da en Norteamérica y Europa.
Así, el estudio contabiliza 81 mujeres asesinadas en el mundo por su activismo: entre ellas 19 en Filipinas, 7 en Colombia y 7 en Brasil, 6 en México, 4 en Guatemala y 4 en Perú, 2 en Reino Unido, 2 en Estados Unidos y 1 en España.
Las investigadoras, que advierten de que estos datos demuestran la perpetuación de la violencia contra las comunidades indígenas, minoritarias, pobres y rurales, señalan la urgente necesidad de abordar las pautas sistémicas de violencia que afectan a las mujeres defensoras del medio ambiente, que «a menudo se pasan por alto y no se denuncian».
Los conflictos medioambientales suelen producirse cuando los proyectos de extracción de recursos naturales para la exportación conllevan el acaparamiento de tierras y la destrucción ecológica que amenazan la existencia cultural y física de las comunidades locales, resume la revista.
Cuando los defensores del medio ambiente que se enfrentan a represalias violentas son mujeres, los incidentes no suelen documentarse debido a la censura y a la falta de datos. En consecuencia, la violencia contra las defensoras del medio ambiente se subestima en gran medida.
Dalena Tran, de la Universidad Autónoma de Barcelona, y Ksenija Hanaček, de la Universidad de Helsinki, examinaron todos los casos disponibles hasta enero de 2022 en el Mapa Mundial de Justicia Ambiental, que abarca conflictos como los relacionados con el agua, los combustibles fósiles, la agricultura y la deforestación.
Las autoras identificaron 523 casos en los que estaban implicadas mujeres defensoras del medio ambiente, concentrados en conflictos mineros, agroindustriales e industriales en el sur geográfico.
Describen que en 81 casos las mujeres fueron asesinadas por su defensa del medio ambiente y sugieren que se trata de un desenlace extremo, aunque habitual, cuando se agrava la violencia en los conflictos.
De estos 81 casos en los que se denunciaron asesinatos, 19 se produjeron en Filipinas, con grandes concentraciones también en Brasil, Colombia y México.
Los asesinatos no se limitaron al sur global, ya que seis se produjeron en Estados Unidos y en países europeos, entre ellos España.
El caso de nuestro país es el de Gladys del Estal, una ecologista que murió en Tudela en 1979 como consecuencia de un disparo de la Guardia Civil durante una manifestación contra la energía nuclear.
El análisis también pone de manifiesto que las defensoras sufren altos índices de violencia, independientemente de la responsabilidad de los países en materia de gobernanza e igualdad de género.
Las científicas señalan que los datos de seguimiento de la violencia contra los defensores del medio ambiente rara vez están desglosados por género; por lo tanto, podría haber tantos asesinatos de mujeres defensoras del medio ambiente como de hombres defensores del medio ambiente.
Concluyen que es necesaria, además, una mejor documentación y un mayor análisis para explorar cómo se produce la violencia contra las mujeres e identificar patrones de violencia contra diversos grupos, como las defensoras del medio ambiente indígenas. EFE