“Se vive un cambio de orden mundial”

Blanca Rubio Vega, doctora en Economía, docente e investigadora de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y especializada en ruralidad en el contexto mundial, conversó con El Mercurio sobre la transformación social, política y económica que se vive a nivel mundial y cómo afecta a América Latina.

La experta analizó la transición hegemónica, los regímenes de acumulación y la alternancia de gobiernos, entre otros temas, durante su estadía en Cuenca, donde impartió la semana pasada, un seminario sobre los cambios globales en el Instituto Superior Tecnológico de la Economía Social, Popular y Solidaria.

¿Qué cambios se han dado y por qué se están dando?

El cambio fundamental a nivel mundial es el declive de la hegemonía de Estados Unidos que inicia en los años 70, pero entra en una crisis a partir del 2003 con la segunda guerra de Irak. Con este declive, vienen muchas transformaciones, se genera caos, degradación, violencia que afecta a todas las poblaciones al mismo tiempo porque está declinando este hegemón y está emergiendo otro, que puede ser China.

¿Cómo afecta a América Latina?

Es una etapa de transición, de transformaciones profundas. Es similar a lo que pasó cuando declinó el poder de Inglaterra y surgió el de Estados Unidos, que fue de 1914 a 1945. Hubo dos guerras mundiales. Cuando cae una gran potencia y surge otra hay un trastocamiento mundial-global.

Para América Latina afecta con crisis de ingobernabilidad, hay alternancia entre gobiernos de derecha y de izquierda, donde la población siente que ningún gobierno le garantiza seguridad, hay mucha violencia y los estados y gobiernos tienen poco poder para controlarlo. La sensación de la población es que ninguno tiene la capacidad de someter el caos, darle tranquilidad y generar empleo, no porque no se lo proponga o porque sea malo, sino porque el proceso mundial hace que sea difícil resolverlo.

Las poblaciones se ven orilladas al aumento de los precios, lo que genera empobrecimiento y fortalece la desigualdad. Como poblaciones latinoamericanas, enfrentamos también el incremento de la migración, que tiene que ver con la falta de empleo y la violencia. Hay migraciones hacia Estados Unidos y también en Europa. Estas grandes movilizaciones mundiales no son casuales, se dan en el marco de la transformación.

¿Qué se puede hacer ante esta transición?

Entiendo lo que quiere decir en el sentido que es una situación que nos rebasa, son procesos que aunque uno no quiera van a pasar. Esta transición va a terminar cuando decline completamente Estados Unidos y surja la otra potencia, probablemente China, entonces viene una nueva etapa de orden mundial. Cuando la otra potencia asume su lugar de hegemón, se acaba el caos como ha ocurrido con imperios anteriores. Sin embargo, aún estamos en una parte temprana de la transición.

¿Cuánto puede tomar este proceso?

Se plantea que hasta el año 2050 seguirá la transición, pero no sabemos con exactitud, porque la pandemia y la guerra en Ucrania han venido a acelerar el proceso que decline más rápido Estados Unidos. Desde la población, hay que ser conscientes de lo que está pasando y ubicarnos. Yo soy un individuo que vive en una etapa de transición, al igual que mi colectivo. En este sentido, debemos fortalecer nuestras organizaciones y los países deben fortalecerse internamente.

¿Cómo fortalecerse internamente?

Disminuir la dependencia que se tiene hacia el exterior, la dependencia financiera, la dependencia productiva y política en todos sentidos. Fortalecerse y acumular fuerzas es la única manera de preparase porque son procesos que nos rebasan, pero sí se puede posicionar ante una situación de esta naturaleza.

¿Qué papel cumple la economía popular y solidaria en este panorama?

Cumple un papel importante. Como los gobiernos se han debilitado, no se puede esperar que generen empleo o integración productiva, al contrario, van perdiendo esa capacidad. La economía popular y solidaria es una manera autónoma de ayudar a resolver estos problemas, es una alternativa para la inclusión e integración productiva.

¿Es inevitable el declive de Estados Unidos?

Es inevitable. Se han estudiado las distintas transiciones y en las caídas de los imperios se ve con claridad que no hay marcha atrás. Son procesos violentos, ningún imperio cede de manera armónica su poder a otro, van a pelear hasta el final por sostenerlo y en esa pelea se genera el caos. Ya estamos viendo esta erupción de violencia y de transformaciones. Vimos que Donald Trump decía “Vamos a hacer a América grande otra vez”, pero ya el cambio es inevitable.

En procesos como estos, quienes tienen un papel muy importante son las organizaciones populares y sociales. Ante la debilidad de los poderes las organizaciones sociales pueden ocupar lugares importantes como es la economía popular y solidaria para posicionarse y apropiarse de espacios, no para pugnar por el poder, pero sí para beneficiar a la población. (PNH)-(I)

Patricia Naula Herembás

Licenciada en Comunicación Social con experiencia en medios tradicionales y digitales. Hace coberturas y en redacción de temáticas de emprendimiento, empresarial, sociedad e interculturalidad.

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