Ni agua ni ambiente

Gonzalo Clavijo Campos

El 4 de marzo de 2020, mediante el decreto ejecutivo 1007, y el 1º de mayo del mismo año con decreto 1028, el ex Presidente Lenin Moreno ordenó la fusión del Ministerio del Ambiente (MAE) y la Secretaría del Agua (SENAGUA), creando el Ministerio de Ambiente y Agua, ahora denominado MAATE.

En seguida de la malhadada fusión, el rechazo de entidades y colectivos relacionados al cuidado del agua y la naturaleza, no se hizo esperar, por cuanto consideraban que el MAE y SENAGUA con su personal y recursos no alcanzaban a cumplir eficientemente ni siquiera con sus roles de cuidar la naturaleza y las fuentes de agua, pero tampoco se cumplía la misión de la Secretaría del agua de “Ejercer la rectoría para garantizar el acceso justo y equitativo del agua, en calidad y cantidad…”.

El Foro de los Recursos Hídricos presentó el 17 de julio del 2020 un Acción Pública de inconstitucionalidad en contra de los decretos 1007 y 1028, por la inobservancia de expresas disposiciones constitucionales y la carencia de un riguroso estudio técnico que demuestre la conveniencia de tal fusión, sin tener respuesta.

El tiempo nos ha dado la razón, resultó ahorros de cocinera. Es evidente que no hay control adecuado  en  las cuencas hídricas por las descargas de aguas servidas sin tratamiento, disposición inadecuada de basura, agroquímicos de la actividad agropecuaria y efluentes industriales con altos niveles de contaminación como ocurre con el  hermoso rio Portoviejo en Manabí, el Machángara y río San Pedro en Quito, los ríos Daule y Babahoyo en el Guayas para citar algunos ejemplos, siendo el deterioro de los recursos, la vida acuática, la riqueza marina destruida inmisericorde con consecuencias trágicas para la salud de la población que ingiere alimentos de mar altamente contaminados y por el contacto directo con el agua en los balnearios.

Finalmente, el MAATE es una entidad extremadamente lenta para la revisión de estudios. Se toman meses y años en un proceso por la carencia de suficiente personal y la inestabilidad institucional, por lo cual, los empresarios e inversionistas más bien buscan el camino para eludir los mismos, porque no se puede esperar indefinidamente perdiendo los escasos recursos que ofrecen financistas internacionales. (O)