No al diálogo de sordos

¡Que no nos sigamos dividiendo!, es un clamor que me acompaña en estos días y he descubierto que lo comparten personas que conozco y otras con las que he coincidido.

Hemos decidido con algunas, con las que no estamos de acuerdo, que no hablaremos de política ni de elecciones, si eso implica enfrentarnos, si no tenemos la capacidad de escucharnos, o si el objetivo es simplemente que se acepte una posición como si fuese la verdad, pues en esos casos será un diálogo de sordos, que no aporta sino lesiona el afecto, la hermandad, a la familia y la amistad.

Las elecciones son importantes, porque podemos jugarnos seguir viviendo en la imperfecta democracia que tenemos, pero no deben ser otra vez el motivo para enemistarnos e incluso detestarnos como ha pasado en los últimos años.

Les invito a que se propongan anteponer a las concepciones o adhesiones políticas, valores superiores como el respeto, que dan sentido a la vida, pues los candidatos y quienes gobernarán, no son parte de la nuestra. (O)

CMV

Licenciada en Ciencias de la Información y Comunicación Social y Diplomado en Medio Impresos Experiencia como periodista y editora de suplementos. Es editora digital.

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