Coleccionar

Niñas intercambiando hojas con delicados dibujos y fragancias. Niños con tarjetas de Pokémon. Adultos con monedas según el año de emisión o procedencia. Magnéticos en el refrigerador. Cajas llenas de relojes, caballos. Pinacotecas llenas de arte ¿Qué colección tiene usted?

El coleccionismo se arraiga a la psicología propia del ser humano, pues genera apego y un sentido de pertenencia de las piezas. La acción de coleccionar ha existido desde hace muchísimos años y tuvo vinculación al aspecto religioso, pues se ofrendaban piezas artísticas a los santuarios, templos griegos y también iglesias. De ahí que la riqueza artística de El Vaticano va más allá de pensar en que se hicieron de obras arte comerciales, son más bien las intenciones de empeño, esfuerzo y gracia puestas por los artistas, donantes, mecenas, y otros actores (de quienes hablaremos en su momento), hacia aquello que consideraban divinamente valioso.

Y es así, cada quien le concede un aprecio especial a su colección de piezas, figuras escultóricas, joyas, o pinturas. Ese valor intrínseco puede ser otorgado por mero gusto hacia el material con el que está hecho cada artículo, por su forma estética, o quizá simplemente coleccionar por color. Sin embargo, el aumento del valor de una colección viene por la rareza de la pieza u obra. Esto es, lo desconocido, aquello que comúnmente no vemos en nuestro medio social o geográfico (extranjero).

Ahora bien, las colecciones artísticas, son más que acumulación, pues tienen un componente material que es la pieza en sí, pero también un componente inmaterial del cual podríamos beneficiarnos todos. Se trata de una transmisión de legado histórico para reconocer estilos propios de cada época, y, por tanto, se vuelve un medio educativo. Además, puede manifestar una realidad social, y permite que la información contenida en una obra nos motive a mayor investigación y por ende conservación de un patrimonio. De ahí que los museos, son instituciones importantes para el mantenimiento y desarrollo de nuestra cultura, pues a través de sus exhibiciones de colecciones de arte estudiamos y conocemos la exquisitez de manos maravillosamente creativas que han plasmado un contexto y nuestra existencia misma. Hay quienes dicen coleccionar momentos y está bien, pero el arte, se comparte. (O)

DZM

Licenciada en Ciencias de la Información y Comunicación Social con experiencia en coberturas periodísticas, elaboración de suplementos y materiales comunicacionales impresos. Fue directora de diario La Tarde y es editora.

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