“Con los soles de verano llegan las vacaciones. El cielo no solo pueblan, mirlos y pájaros rojos, pues ahora también lo visten cometas, risas y globos.” (Anónimo) En nuestra Sierra ecuatoriana, las vacaciones del régimen escolar han fluctuado desde años atrás. Octubre fue siempre, el mes que marcaba con sus fiestas de Guayaquil y de la Raza, el inicio de las clases. Hoy, entre junio y agosto, se delimita el tiempo de descanso y, para el 21 de agosto se marca el arranque del año escolar.
En una sociedad determinada por los cultivos: siembra y cosecha, las familias en unidad, realizaban estas tareas. Hoy, la vida ha cambiado y de allí, el giro del calendario escolar, entre junio y agosto. Las familias de la Sierra buscan, en lo posible, la salida a la Costa, para atenuar el frío de la serranía, gozar del mar, de la bondad del clima y de la oferta gastronómica, con abundancia de mariscos y pescado, guisados con verde y con maní. ¡Bien por las vacaciones que están por llegar! (O)