La provincia del Azuay tiene como competencia una red vial de 6.031 km de longitud. De ella tan solo 379 km (6,3%) tiene pavimento, mientras que 4.626 km (76,7%) es de lastre, 1.021 km (16,9%) de tierra y finalmente 5 km (0,1%) es empedrada. El estado actual es el siguiente: apenas 990 km (16,4%) se encuentra en buen estado, 1.254 km (20,8%) en pésimo estado y 3.787 (62,8%) son regulares.
El Plan de Desarrollo Integral Vial Provincial del Azuay 2019, elaborado por el Consorcio de Gobiernos Autónomos Provinciales – CONGOPE, con financiamiento del Banco Interamericano de Desarrollo – BID, determinó la necesidad de recursos cada cuatrienio, por lo menos 250 millones de dólares adicionales al presupuesto anual y en un período superior a los doce años para revertir el estado vial calamitoso.
La elevada brecha financiera, la entidad provincial lo intenta cubrir mediante autogestión, en alianzas con los GAD cantonales y parroquiales para que las vías tengan capa de rodadura asfaltada en una mayor extensión.
Un ejemplo de ello fue el peaje de Chaquilcay-Gualaceo, el cual generaba ingresos para el mantenimiento de esta importante vía, apoyo económico a las municipalidades de Gualaceo, Chordeleg, Sígsig y Paute. Este peaje estuvo en funcionamiento desde el año 2006 hasta el 02 de marzo 2012, cuando funcionarios del Gobierno Central y de municipalidades afines, irrumpieron el peaje, impidiendo que este importante mecanismo de obtención de recursos continuara.
Han transcurrido 11 años desde este reprochable hecho de irrespeto institucional y sus nefastas consecuencias se hacen evidentes, con una vía en mal estado e intenso tráfico que colapsa los fines de semana y más aún los feriados. Es decir, los perdedores fuimos todos los azuayos.
¡Una provincia incansable, pujante y trabajadora como el Azuay, no puede depender del centralismo nefasto para contar con adecuadas carreteras! Los peajes solidarios en las principales vías que incluyan la red primaria deben ser restablecidos y operados por el GPA en alianza con la Municipalidad de Cuenca y de esta forma tener ingresos para carreteras seguras que garanticen la circulación vehicular permanente. (O)
