Dos organizaciones no gubernamentales pidieron hoy a los miembros de la Asamblea General de la ONU que aprovechen la sesión de esta tarde para denunciar de forma «clara» el veto ruso que la semana pasada llevó a paralizar el mecanismo de entrega de ayuda humanitaria a las áreas opositoras del noroeste de Siria.
«Hoy es una oportunidad importante para que todos los Estados adopten una postura clara e inequívoca contra la politización rusa de una ayuda humanitaria que salva vidas», declararon en su cuenta de Twitter los denominados Cascos Blancos, un grupo de rescatistas que operan en los bastiones rebeldes del país árabe.
El mecanismo que permitía a las agencias de las Naciones Unidas entregar asistencia a esas áreas directamente a través del paso fronterizo de Bab al Hawa, en la divisoria con Turquía, expiró el pasado 10 de julio y el Consejo de Seguridad ha fracasado a la hora de renovarlo por desacuerdos en la duración de la extensión.
Rusia, aliada de Damasco y miembro permanente del órgano de la ONU, utilizó su derecho a veto para bloquear una resolución que hubiese renovado el mecanismo durante nueve meses, mientras que otra propuesta de tan solo medio año promovida por Moscú fracasó por falta de apoyos.
El presidente de la Asamblea General, Csaba Kőrösi, convocó una reunión para hoy amparándose en la resolución que llama a debatir un asunto dentro de los diez días siguientes a que un miembro permanente del Consejo de Seguridad utilice su poder de veto.
«Llamamos a todos los Estados a que hablen hoy y expresen la necesidad urgente de proteger el derechos de los sirios a acceder a ayuda humanitaria en base a los principios consagrados en la ley humanitaria internacional», llamaron los Cascos Blancos.
Asimismo, la organización pidió que la entrega de suministros no requiera la autorización de ningún actor, incluidos el Consejo de Seguridad y el Gobierno sirio, que el pasado jueves ofreció a la ONU una luz verde unilateral para permitirle continuar abasteciendo el noroeste del país.
En esta línea, la representante de Amnistía Internacional (AI) ante las Naciones Unidas, Sherine Tadros, urgió a los países miembro a que denuncien «públicamente» el veto de Moscú «detallando las consecuencias de tales juegos políticos en la vida real», y recordó que «millones» de personas dependen de la ayuda de la ONU en el área.
«Desde 2019, Rusia ha abusado de su poder de veto para reducir el alcance de la resolución relativa al mecanismo transfronterizo de cuatro cruces a tan solo uno, y ahora ninguno», alertó Tadros en declaraciones recogidas en un comunicado emitido por su organización.
De los cuatro pasos fronterizos que el Consejo de Seguridad autorizó en 2014 para enviar asistencia a zonas fuera del control de Damasco, solo Bab al Hawa había sobrevivido hasta ahora a los vetos de Rusia y China, también aliada del Gobierno del presidente sirio, Bachar al Asad. EFE