ACNUR, la Agencia de la ONU para los Refugiados, lanzó una iniciativa que busca unir a todas las personas en una trayectoria hacia ‘Un Mundo Posible’ en Ecuador. Con el apoyo de la cantautora y actriz ecuatoriana Nikki Mackliff, ACNUR busca explorar, de la mano de personas forzadas a huir y sus comunidades de acogida, cómo crear una sociedad en la que convivir y prosperar es posible para todos y todas.
“Globalmente, más y más personas se ven forzadas a huir de sus hogares por la guerra, persecución, conflictos, violaciones de derechos humanos o efectos del cambio climático. Lamentablemente muchas de ellas se enfrentan al rechazo, a la desinformación, a la xenofobia,” dijo Federico Agusti, Representante de ACNUR en Ecuador. “Ahora más que nunca es importante preguntarnos cómo, desde nuestros roles individuales y colectivos, podemos cambiar la narrativa y construir un mundo diferente, más amigable, inclusivo, un mundo posible.”
‘Un Mundo Posible’ toma el nombre de la canción homónima que Nikki Mackliff, colaboradora de alto perfil de ACNUR Ecuador, grabó en 2022 para sensibilizar a la sociedad sobre el desplazamiento forzado y la importancia de que las personas refugiadas se integren social y económicamente en sus comunidades de acogida.
“Visité varios proyectos en Guayaquil para poder conocer las historias de estas personas. Ellas me inspiraron a mí”, dijo la cantante. “Esta iniciativa nos hace un llamado a empatizar con estas personas, que han tenido que dejar todo atrás para recomenzar sus vidas. Estoy orgullosa de hacer parte de esta iniciativa que busca alcanzar un mundo más inclusivo, respetuoso y equitativo para todos y todas, sin importar de dónde vengamos”.
‘Un Mundo Posible’ estará al aire en redes sociales y otros espacios de concurrencia masiva. A través de una conversación cercana con Nikki Mackliff, personas refugiadas y otras en necesidad de protección internacional cuentan sus historias de vida: lo que les obligó a dejar sus países, su recorrido, muchas veces a pie, y cómo han encontrado en Ecuador una oportunidad para recomenzar sus vidas, lejos de las situaciones que les obligaron a huir. Con las historias de Deylimar, Ángel, Rodrigo y Fernanda, la sociedad podrá entender de mejor manera las causas del desplazamiento forzado y cómo, desde los barrios, puestos de trabajos y otras actividades, se puede construir un mundo posible en donde todos y todas se sientan incluidos, sin dejar a nadie atrás.
Ecuador es hogar de más de 74.000 personas reconocidas como refugiadas por el gobierno del Ecuador, el 96% de ellas provenientes de la vecina Colombia. Además, es el tercer país de acogida de población venezolana en Latinoamérica. Se estima que alrededor de 502.000 personas venezolanas viven en el país andino.
“Crear un mundo posible es tarea de todos. De ahí la importancia del trabajo conjunto entre el Estado ecuatoriano, la cooperación internacional, organizaciones de la sociedad civil, el sector privado y la sociedad en general para impulsar iniciativas que permitan la integración de las personas refugiadas,” añadió Agusti.