Microstigmus es el género de tres nuevas especies de avispas de seda, descritas por los investigadores Rosa Bonifacii y Jeremy Field (Universidad de Exeter) en la región del Chocó Andino, al noroccidente de Pichincha. Tras nueve años después del primer viaje de los investigadores a la Reserva Mashpi, hoy con gran orgullo logran compartir los frutos de su estudio y dedicación, con la descripción de estas especies que habitan únicamente en estos parajes del Ecuador.
Las tres especies de avispas conocidas como Microstigmus rosae, Microstigmus lydiaey Microstigmus mirandaetienen características únicas, por ejemplo, el uso de abundante seda para construir nidos en forma de bolsa que se pueden encontrar colgando debajo de hojas en el bosque, o en paredes y vigas de las viviendas. Cada especie nueva de este grupo se diferencia de otros ejemplares por la forma de sus cabezas, antenas, cuerpo, y claramente por cómo construyen sus nidos.
Las avispas de seda no son avispas comunes. Este grupo ha ayudado a los científicos a entender más sobre la increíble evolución de la organización social que avispas y abejas han desarrollado. Siendo criaturas tan diminutas, han logrado aprender a cooperar entre sí en favor de su colonia, espacio donde cada integrante cumple una labor que permite mantener al grupo con vida a lo largo del tiempo.
«El Chocó Andino sigue sorprendiéndonos con su asombrosa biodiversidad. Estos descubrimientos enfatizan la importancia de conservar y proteger esta región única y frágil, ya que aún alberga muchas más especies desconocidas para la ciencia» comentó Mateo Roldán, director de Investigación en Mashpi Lodge; hotel que a través del turismo sostenible mantiene a la reserva del mismo nombre y financia investigaciones científicas en las 2.800 hectáreas de áreas protegidas que conserva. El programa de Investigación y Biología de Mashpi Lodge, hasta la fecha ha ayudado en el descubrimiento de más de 15 especies de flora y fauna.
El Chocó Andino es una de las regiones más amenazadas del país y el mundo en términos de tala, caza y deforestación, lo que causa la pérdida de hábitats naturales debido a la expansión agrícola y la explotación forestal. En este contexto, el descubrimiento de estas nuevas especies resalta la necesidad urgente de fortalecer los esfuerzos de conservación y promover la investigación científica en la región para garantizar la supervivencia de la vida silvestre y su entorno.
“Este emocionante descubrimiento es un recordatorio claro de que aún hay mucho por aprender y proteger en nuestro mundo natural. Estas tres nuevas especies de avispas se incorporan a los descubrimientos y el conocimiento generado desde Mashpi Lodge, que sabemos ayuda a comprender y preservar la asombrosa biodiversidad que habita en el Chocó Andino y en nuestro país”, finalizó Roldán.