Un equipo de investigadores del Instituto Butantan de Brasil está en las fases finales de desarrollo de una pomada capaz de curar heridas y reducir el tamaño de las cicatrices, informó este jueves el centro científico con sede en São Paulo.
Los resultados de los estudios señalan que el producto es «seguro» y regenera la piel dañada de forma «muy eficiente» para evitar la formación de queloides, como se conocen las cicatrices gruesas y de tono rojizo.
El principio activo de la crema proviene de una molécula producida por un hongo de la familia de los Pleosporaceae, presente en la vegetación de la Caatinga, típica de la región semiárida del nordeste del país suramericano.
«La pomada promueve la formación de una piel más lisa, bonita y de mayor calidad», afirmó en entrevista con EFE Ana Olívia Souza, que ha liderado la investigación del Instituto Butantan, en colaboración con la startup BiotechnoScience Farmacéutica.
Además de evitar la formación de queloides, Souza señaló que la crema también reduce el tiempo normal de cicatrización de una herida, de alrededor de dos semanas a unos 10 días.
Por ahora, el equipo ha estudiado el impacto de la pomada en heridas superficiales, pero los científicos quieren investigar también su utilidad para tratar el acné y las quemaduras.
El producto ya completó los estudios farmacológicos requeridos por la Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria de Brasil, por lo que la intención es presentar una solicitud formal de registro del medicamento hacia finales del año que viene, según Souza.
Si se aprueba y se consiguen las inversiones necesarias, la investigadora espera que se pueda escalar la producción al ámbito industrial para empezar a comercializar la pomada en farmacias, algo que estima podría suceder en 2025.
Las cicatrices queloides que el producto busca evitar generalmente se forman por una disfunción en la cicatrización de una herida.
Aunque no son dañinas para la salud, este tipo de marcas pueden provocar malestar emocional entre quienes las tienen por su efecto estético. EFE