“Las penas con pan, son menos”, reza la sabiduría popular, y viene bien cuando debemos participar en un proceso electoral en un ambiente de violencia e incertidumbre, con la certeza de volver a lo mismo en pocos días, por suerte, de por medio, tenemos temporada de cosechas y con mis nietos de vacaciones recordamos las golosinas de esta época, “gastronomía de cosechas” para entrar en el guión del márquetin.
Les narro las cosechas en las chacras de mis padres, de mis abuelos y de mis vecinos; el deshoje y el juego de las mishas, la minga de la parva, “hoy por ti mañana por mí”; la abuela, las tías, las primas y las vecinas preparando los chumales, los quimbolitos, los timbulos, las tortillas y los tamales, el moteparug y el mote pillo; les leo fragmentos del libro “Saramama-la cultura del maíz” de Carlos Álvarez Pazos; les enseño cuadros de campesinos deshojando y la minga de la parva, de Emilio Lozano, acuarelas que recogía en las chacras de Turi y Yanuncay en esas inmensas tardes soleadas de agosto; les cuento las “chumaladas” que, el autor de “Cuentos morlacos” y “Otra vez la tierra morlaca”, Manuel María Muñoz Cuerva ofrecía a sus amigos poetas: Eugenio Moreno Heredia, Jacinto Cordero Espinoza, Efraín Jara Idrovo, Teodoro Vanegas Andrade, Arturo Cuesta Heredia, Alberto Ordóñez Ortiz, Rubén Astudillo y Astudillo. Fiesta del ELAN, “de cuerpo presente” como diría Edmundo Maldonado; los choclos y toda la gente de Doña Clotilde, la amable dueña de casa, en movimiento para la selección, el corte de las hojas, desgrane y molido de los choclos, preparación y envuelto de la masa, la cocción y su fragancia llenando casa y sensibilidad en contrapunto con el aroma del café que se propaga generoso desde las chuspas.
Todo esto cuento a mis nietos, como abreboca, a la preparación de choclos con queso de hoja y choclos asados y tortillas y chumales que van a liar con la Abuela en la casita de Jadán, en donde pasamos unos días de vacaciones, interrumpidas, el domingo, para salir a las elecciones, porque, “la esperanza es lo último que se pierde”.
