Las propuestas sobre educación están entre los principales temas en los planes de trabajo de Luisa González y Daniel Noboa, candidatos a la Presidencia del Ecuador.
Esta es una de las áreas, dentro de la administración pública, que ha representado un verdadero desafío para los gobernantes, debido a la gran cantidad de exigencias.
Para Rubén Lema, presidente de la Unión Nacional de Educadores (UNE) núcleo del Azuay, quien asuma el Gobierno tiene que cumplir con la asignación, que consta en la Constitución, para la educación.
Según la carta magna, el Estado debe garantizar incrementos, cada año, equivalentes a por lo menos el 0,5 % del Producto Interno Bruto (PIB) en educación hasta alcanzar al menos el 6 % de este.
Asimismo, para Lema, el nuevo gobernante debe cumplir la Ley Orgánica de Educación Intercultural (LOEI) y reconstruir el reglamento de esta con docentes, estudiantes y padres de familia.
Indicó que la LOEI determina que el bachillerato sea por especialidades, pero actualmente es unificado, y este, a su criterio, no ha funcionado y ha sido un fracaso porque no se cumple con la orientación vocacional y profesional y tampoco hay equipos multidisciplinarios en los Departamentos de Consejería Estudiantil.
De igual forma, para Lema el Estado debe dotar de infraestructura y tecnología, y también hacer cambios en el programa de alimentación escolar para garantizar que sea efectivo.
“Seguimos teniendo problemas de caducidad de productos, no hay variedad de productos, y están descontextualizados, pues dan suero de leche en zonas que son netamente lecheras…”, señaló.
Reflexión
“Tomando prestada la respuesta de la primera ministra de Finlandia, a ella le preguntaron cuál es el éxito de tener los más altos indicadores en el mundo en calidad de vida, ella respondió: educación, educación y educación». Esta es la reflexión que planteó Gustavo Vega, exrector de la Universidad de Cuenca. A su parecer, “eso le falta a Ecuador, se convierte en eslogan de campaña, pero una vez que llegan al cargo se olvidan que es prioridad”.
Acotó que, “hay que hacer golpes de timón en la educación general y en la superior. En la general debería reforzarse el sistema intercultural sin racismo, aprender de los saberes ancestrales y la tecnología occidental”.
Para el catedrático tiene que devolverse la educación en base al bachillerato técnico, pues les daba la oportunidad a los bachilleres a entrar al sector laboral.
Cree que el gobierno debe dar de baja a la Secretaría de Educación Superior, Ciencia, Tecnología e Innovación (Senescyt), y sus funciones migrar al Consejo de Educación Superior (CES).
Para Vega, el libre acceso a la universidad es un “populismo”, pues todos los países que tienen un grado de nivel educativo, tienen sistemas de admisión para los bachilleres.
“Lo que tiene que hacerse es no reparar solo en un examen de ingreso mal elaborado, que además se filtran las preguntas… El sistema de admisión tiene que ser humanitario, humanista y científico…”, señaló.
Acotó que, “lo que sí tiene que hacerse es tener un proceso para saber qué hacer con los bachilleres que no pueden ingresar, para que puedan ser canalizados hasta el sistema técnico y tecnológico”. (CSM)-(I)