Más de tres décadas de trayectoria, exhibe la Fundación Cinterandes que, sobre las ruedas de un quirófano móvil, logra realizar cirugías, en cada esquina o a lo largo de alejados caminos.
Edgar Rodas Andrade, cirujano de enorme experiencia y destacada sensibilidad, fue el impulsor de este proyecto que contó con importantes mecenas, dentro y fuera del país. Ahora, cuando su fundador falleciera años atrás, su hijo, Edgar Rodad Reimback, continúa con este ambicioso proyecto, que, al día de hoy, inaugura un nuevo quirófano móvil, para beneficio de cuantos enfermos, pertenecientes a comunidades aisladas, requieren de cirugías y no cuentan con las posibilidades para traslados, hospitalización y estadías. Más de dieciocho provincias han sido atendidas por los servicios médicos y cirugías de este quirófano móvil.
Destacamos la sobresaliente labor profesional y humanitaria de Cinterandes con la ejecución decidida de su fundador y continuada por su hijo, quienes han hecho posible alcanzar a los pacientes en situaciones de crisis y alejados de los centros urbanos, para ser atendidos a través de cirugías de riesgo, en muchas circunstancias, con lo pericia profesional de estos cirujanos.
Como cuencanos, sentimos enorme satisfacción por esta labor tan encomiable y auguramos que, con este nuevo quirófano móvil, las atenciones quirúrgicas se multipliquen. El juramento hipocrático se continúa cumpliendo desde esta fundación humanitaria. (O)