¿Retornan los apagones?
Ecuador es el país con la mayor concentración de ríos por milla cuadrada en el mundo. Sus condiciones topográficas facilitan la construcción de centrales hidroeléctricas, cuya oferta, con el cambio de la matriz energética durante el período de 2007 al 2017, se incrementó del 47% al 90%.
Con las nuevas centrales en funcionamiento, se pudo satisfacer una demanda de 19,000 gigavatios-hora (GWh) hasta el 2013. Sin embargo, el crecimiento del servicio eléctrico en los siguientes ocho años, superó el 4% anual debido al aumento demográfico, mejora tecnológica, mayor cobertura de internet y el uso de recursos tecnológicos en el hogar e industria. Inclusive aquello se acentúo aún más en los últimos dos años, con la reactivación económica después del COVID-19, con un crecimiento anual del 8,6% requiriéndose sobre los 26,000 GWh.
En el «Plan Maestro de Electrificación 2013–2022», determinó la necesidad de incrementar la producción anual de 200 a 300 megavatios para abastecer con este servicio fundamental. Para ello se planificó un conjunto de proyectos hidroeléctricos, eólicos, fotovoltaicos y térmicos con una capacidad superior a 1.500 MW. Sin embargo, estos proyectos no se llevaron a cabo ni durante el Gobierno de los presidentes Lenin Moreno ni de Guillermo Lasso, además tampoco se realizó mantenimiento de infraestructura energética de las termoeléctricas.
Entre 2020 y 2022, se tenía previsto que entrarían en operación siete plantas de generación eléctrica con una producción adicional de al menos 608 MW, pero este plan no se cumplió. En marzo y abril del 2022 comenzaron a operar comercialmente tan solo dos pequeñas centrales de generación: la hidroeléctrica Sarapullo, de 49 MW y el Parque Eólico de Minas de Huascachaca con 50 MW.
Por ello el Ecuador se ha visto obligado a importar entre 400 y 450 megavatios de Colombia en este período de prolongada sequía, lo que representa el 12% de la demanda. Sin embargo, existe el temor de que el país vecino pueda reducir la cantidad de energía ya que también enfrentan condiciones climáticas similares y deben garantizar primero su consumo interno. Esto podría llevar al retorno de apagones en todas las provincias, una situación altamente preocupante para nuestro Ecuador. (O)