La Dra. Flor María Salazar Gonzáles es un personaje de los más queridos y admirados de Cuenca. Reconocida primero como docente, desde el año 1970 a 1987 impartió asignaturas de Química, Ciencias Naturales y Biología en el colegio Benigno Malo (BM) y en el Técnico Salesiano, Rosa de Jesús Cordero y Bilingüe. Además, desde 1975 dictó Farmacología en la Facultad de Química de la Universidad de Cuenca, donde se jubiló en el año 2002.
Sus exalumnos del BM la recuerdan asistiendo a su domicilio en el Centro Histórico los días sábados para igualarlos en sus asignaturas y que no tengan el riesgo de repetir el año, recibiendo además a las 10 am un copioso desayuno preparado por las manos de su esposo el Dr. Gabriel Tenorio Lasso, conocido en nuestro medio por ser el propietario de una de las boticas más antiguas de la ciudad, la Olmedo. Su entrega y dedicación fueron su primer anhelo en décadas en las cuales la docencia era tan solo para los varones más aún en el BM.
Estudió Química y Farmacia, graduándose el 22 de julio de 1951 con la presea Benigno Malo. Por ello su segundo oficio fue la Botica Olmedo, la única de Cuenca que prepara medicamentos según las necesidades de los clientes, siendo la de mayor confianza. La finalidad no era solo comerciar los medicamentos sino escuchar y orientar a quienes acudían y sanar las dolencias especialmente de quienes tenían escasos recursos.
Una mujer de profunda convicción cristiana, que todos los días va a misa y comulga. Culta, de amena conversación y brillante profesional de la bioquímica, pero sobre todo Maestra por vocación. De 2000 a 2009 se desempeñó como Concejal de Cuenca, sin ser afiliada a ningún partido político. Fue Fernando Cordero quien la invitó a integrar la lista para las elecciones y triunfó para dos períodos consecutivos.
A los jóvenes, a las señoritas que iniciaron el nuevo año lectivo 2023-2024, les recuerda “en la Universidad no se puede dormir, deben estar atentos a las enseñanzas y orientaciones de los Maestros” y la finalidad principal en la vida profesional no son los ingresos económicos sino el servicio a los demás el construir una ciudad, un país más próspero y humano para todos. (O)