La elección presidencial extraordinaria dejó como ganador a Daniel Noboa con el 51,8 % de la votación válida. Una decisión que se explica por tres argumentos, la aceptación de una promesa de renovación en política fuera de los clivajes más extremistas; un segmento que decidió por Noboa, por ser la opción del anti-correísmo y, en el caso de cierto sector en la serranía, como un homenaje a Fernando Villavicencio.
Del otro lado, el 48,2 % decide por Luisa González, la alternativa de la Revolución Ciudadana, un porcentaje nada despreciable considerando la dura campaña en contra, particularmente al ser esta tienda política la que recibe las acusaciones en el contexto del magnicidio de Villavicencio. A pesar de recoger un buen momento del post debate de segunda vuelta, se frena la intención de voto por el lastre recibido en el marco de la conversación sobre el asesinato a los sicarios de Villavicencio. Resultó un enorme desafío la batalla por el control de la narrativa sobre las responsabilidades en el cruce de acusaciones entre abogados, periodistas, políticos y las declaraciones de Fiscalía que se emitieron con sospechosa ambigüedad.
Mientras eso sucedía, en el otro lado de la cancha, Noboa envolvió a su elector con la idea de un presidente cercano y cómplice -simbolizado en una imagen personal de cartón- que los votantes, de manera lúdica, usaron para involucrarse en la campaña. La efervescencia de los muñecos de cartón se complementa con la idea constante de Quaker como recordatorio de marca. Los últimos días, Luisa González, en una pieza propagandística propuso a su electorado, principalmente el femenino, la representación de mujeres colocándose la banda presidencial como símbolo de capacidad, liderazgo y cercanía. Bajo el concepto #PresidentacomoYO, apeló finalmente al enfoque de género como estrategia. Fue González quien logra recoger la mayor cantidad de los votantes indecisos que todavía estaban en disputa ese último fin de semana, sin embargo, el tiempo no le permitió llegar a la meta. Noboa por su parte, hizo todo lo posible para resistir. La distancia que se había acortado finalmente quedó en un poco más de 300mil votos, suficiente para quedarse él con la ansiada banda presidencial. (O)
