Nuestra realidad

Desde al añ0 2021, los Ecuatorianos con asombro miramos como nuestro  País se convirtió en «tierra de nadie» donde  el narcotráfico, el crimen en la modalidad de sicariato y los homicidios alcanzan índices nunca antes vistos en toda la historia de nuestra azarosa vida republicana, lo que ha debilitado aún más nuestra endeble democracia, siendo en extremo preocupante ésta  situación, por la inseguridad social que afecta a la gran mayoría de  ciudadanos, que limitan sus actividades por el temor de ser asesinados en cualquier momento. Las estadísticas de la Dirección nacional de delitos contra la vida, muertes violentas, desapariciones, extorsión y secuestro Dinased de la Policía de Ecuador revelan que los primeros ocho meses de este año 2023, superó con creces el número de homicidios intencionales registrados en el año  2021 que alcanzó la cifra de 2.494, el año 2022 sumaron 2.647 y en lo que va de este año 2023 se ha superado esa cifra, por lo que se deduce que la tendencia  al alza es muy grave, por lo que el Gobierno de Daniel Noboa,  debe enfrentar  éste problema con firmeza y energía para rescatar a nuestra Patria de la delincuencia organizada, el crimen y  la corrupción en la que se encuentra inmersa. El Presidente electo, en su corto periodo deberá mitigar estos azotes, en este empeño debe coadyuvar la Asamblea Nacional, contribuyendo a erradicar la violencia en todas sus formas, y permitiendo que Noboa goce de una gobernabilidad fortalecida, el actual Gobierno, la Asamblea Nacional y el Poder Judicial, están obligados a transformar e innovar sus herramientas legales y esenciales para combatir el crimen, la corrupción y el narcotráfico. Debemos pasar de los discursos cansinos y demagógicos  a obtener resultados positivos, para evitar que la criminalidad se tome nuestra patria y se declare un país fallido a corto plazo, sin posibilidad de que  podamos desarrollar y mejorar nuestra economía tan venida a menos por los factores que ya hemos mencionado y que son por todos conocidos, cuya realidad nos afecta a la colectividad sin distingos de ideologías políticas, sexo o religión, por lo que estamos obligados como ciudadanos a mantenernos vigilantes de las acciones de nuestras  autoridades,  para exigirles  que trabajen por el bien  de la  patria que nos legaron nuestros antepasados. (O)

CMV

Licenciada en Ciencias de la Información y Comunicación Social y Diplomado en Medio Impresos Experiencia como periodista y editora de suplementos. Es editora digital.

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