Y el pasado miércoles, nos despedimos así: “La vida es más que un día de nostálgico recuerdo, pero aquí y ahora, nos encontró esa nostalgia porque te adelantaste “Gordita” y sin avisar. Desde ayer hay una estrella más en el firmamento y hoy, el cielo amaneció de fiesta porque llevaste contigo únicamente tu esencia, con ese canto, con ese baile, con esa risa que será un eco eterno, pero especialmente, con tu compañía inigualable y apoyo incondicional.
Se siente ya el vacío y sin tu ruido ni tu abrazo fuerte y cálido, nada será igual; para quienes fuimos tu familia, tu reciprocidad te hizo hermana, tía, sobrina, pero sobre todo AMIGA y camarada.
Tu alma ya está avanzando hacia el camino del gozo celestial y por eso te despedimos con la música que hoy ya no podrás corear.
Se estrella entre las estrellas y brilla como siempre, tan valiente y refinada; tan gladiadora y delicada, peleando incansablemente y en silencio las batallas de otros…
Sembraste tanto Du, Duly, o simplemente Dulia Baquerizo Cordero, que tus amigos aquí reunidos, te despedimos con el corazón partido.
Tus hermanos de vida fuimos testigos que el amor llegó a tu corazón, amaste y te amaron, Fabián Coello, logró que esos ojitos que estuvieron opacos y tristes por mucho tiempo, al fin se iluminen y por eso, en esta despedida, también queremos agradecerte por hacernos parte de la magia de ese amor.
Hasta pronto amiga, nos vemos allá”. (O)