Premonición

Esa dimensión extraña sobre sentir los avisos o escuchar la voz interior queda lejos aún del entendimiento humano. A base de leyendas o por tradición, se dice que es mejor contar una pesadilla para que no se cumpla. Se brindan varios significados sobre los sueños y los interpretamos tratando de generar estadísticas sobre cómo lo que visualizamos tiene relación con lo que sucedió en días siguientes.

A diario, tomamos decisiones de acuerdo a la experiencia o a lo que hemos aprendido. Pero a su vez esa enseñanza, ¿podría considerarse como premonición? Aprendimos ciertas acciones y normas porque si no se las sigue, pueden traer graves consecuencias. Respetamos las señales de tránsito como ley, sin darle un ligero mérito de premonición a que están ahí justamente para evitar desgracias que ya están avisadas.

Se han recopilado sueños en distintos momentos sobre revelaciones divinas para brindarnos mensajes, y si tomamos todos los acontecimientos antes descritos, llegamos a algo en común: anticiparse, y prevenir.

Ese aviso de prepararse para algo más, el pálpito con el cual sabemos bien lo que debemos hacer, pero preferimos ignorar. Subdesarrollado es el instinto que no se educa, y la indiferencia lo mata.

Para muchos, vivir estos presagios espontáneos, es la presencia de una energía particular que ciertas personas la reciben como un don del universo y su alineación con nuestro cuerpo. Para otros es un don celestial, es Dios y el Espíritu Santo haciéndose presentes en momentos difíciles y también alegres para dejar saber que a nuestro siempre están, pero eso sí, sin caer en el error de considerarlos poderes psíquicos o videntes porque éstos son buscados, mientras las premoniciones, nos llegan espontáneamente.

Aunque la premonición se define como un aviso, un presentimiento o un presagio, genera conjetura entre lo que se sintió y se espera que vaya a ocurrir. Podríamos dejarlo en algo sencillo, como escuchar al corazón, de manera sincera, sobre todo en cuanto a prevención. Los avisos bajo emociones momentáneas pueden ser también impulsos, y es aquí justamente donde se encuentra nuestro trabajo interior y espiritual. Reconocer ese mensaje oculto y darle una acción apropiada, con las emociones “asentadas” y buscando siempre hacer el bien. (O)

CMV

Licenciada en Ciencias de la Información y Comunicación Social y Diplomado en Medio Impresos Experiencia como periodista y editora de suplementos. Es editora digital.

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