Un país en tinieblas que a traviesa la peor crisis energética en los últimos quince años; con un sistema de salud colapsado sin insumos, sin medicinas y una seguridad social a punto de desbordarse; ciudades convertidas en epicentro del crimen organizado internacional, donde funcionan escuelas de sicarios, los asesinatos se convierten en noticia de todos los días y el mercado de armas ni siquiera es tema de consideración y análisis. Un país con dolorosos procesos migratorios que nos han convertido en lugar de origen y destino de miles y miles de ciudadanos expulsados por una crisis regional insostenible que ha provocado expresiones xenofóbicas nunca antes vista. Un país con un nivel de empleo adecuado que no llega al 45 %, casi quebrado, con una caja fiscal sin liquidez, llena de cuentas por pagar y con un centralismo devorador. Un país con una grave y profunda crisis ética, de representación e institucionalidad. Por si fuera poco, y a pesar de los crímenes ambientales que se viven en el país, los últimos días de este desgobierno, en oscuros movimientos, el señor Lasso concesionó ocho proyectos hidroeléctricos a la empresa privada, ha entregado un malhadado “permiso ambiental” para ampliar la mortal relavera del proyecto minero “Mirador”, sin contar que no sabemos qué carambas hizo en tantos viajes de última hora como presidente del Ecuador. 900 infaustos días en la historia política ecuatoriana. (O)
CMV
Licenciada en Ciencias de la Información y Comunicación Social y Diplomado en Medio Impresos Experiencia como periodista y editora de suplementos. Es editora digital.
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