Con esta acción el exvicepresidente Jorge Glas busca evadir a la justicia, después de que la Fiscalía le solicitó a la Policía que se lo detenga para investigaciones.
El exvicepresidente Jorge Glas se refugió en la Embajada de México en Quito, esto con el objetivo de evitar la detención que la Fiscalía General del Estado ordenó en su contra, por un caso de peculado.
La Cancillería, a través de un comunicado, informó que realiza las gestiones para lograr que las autoridades diplomáticas mexicanas le inviten a Glas a cooperar con las autoridades ecuatorianas.
“Ante información de la presencia del señor Jorge Glas en la sede de la Embajada de México, la Cancillería realiza las acciones necesarias con ese Gobierno para que el requerimiento de la Fiscalía General del Estado, respecto del ciudadano ecuatoriano en referencia, pueda cumplirse”, señaló la Cancillería.
Más tarde, la Cancillería ecuatoriana remitió un comunicado en el que se pidió la «colaboración» de los diplomáticos mexicanas para que se «invite» a Glas a abandonar inmediatamente la sede de la Embajada de México en Quito, para que cumpla con su obligación de presentarse ante el Fiscal de la Unidad de Fuero de Corte Nacional, con el objetivo de dar acatamiento a la práctica de varias diligencias investigativas dentro de los procesos judiciales en curso.
La Fiscalía General del Estado solicitó a César Zapata, comandante general de la Policía Nacional, que se proceda con la localización y captura del exvicepresidente Jorge Glas, dentro de la investigación previa abierta en su contra por el delito de peculado.
En respuesta, la Cancillería de México informó que Jorge Glas ha sido recibido en su Embajada en calidad de huésped, ante el temor por su «seguridad y libertad personal» y están a la espera de que solicite el asilo, solo entonces analizarán el caso y solicitarán la información necesaria.
En 2020, María de los Ángeles Duarte, exministra del correísmo, acusada de cohecho agravado por el caso Sobornos, también se refugió en la Embajada de Ecuador en México, donde logró evadir a la justicia por dos años, hasta marzo del 2022, cuando escapó rumbo a Argentina, país al que se le pidió la devolución de la sentenciada, sin lograr ningún resultado.