La ONU insta al Gobierno de Nicaragua a informar sobre el paradero del obispo Isidoro Mora

San José.- La Oficina del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos (Oacnudh) para América Central demandó este viernes al Gobierno que preside Daniel Ortega en Nicaragua informar sobre el paradero del obispo nicaragüense Isidoro Mora, detenido desde el pasado 20 de diciembre en medio de una ola de arrestos de religiosos católicos.

«Instamos al Gobierno de Nicaragua a informar urgentemente del paradero del Obispo (Isidoro) Mora, víctima de desaparición forzada desde hace 16 días», exhortó ese organismo de la ONU en su cuenta de X (antes Twitter).

La Oacnudh advirtió que «ocultar esta información y aislarlo de su familia y representantes legales pone en riesgo su vida e integridad».

Mora, obispo de la diócesis de Siuna, en el Caribe de Nicaragua, fue detenido el 20 de diciembre pasado junto a los seminaristas Alester Sáenz Centeno y Tony Palacios, un día después de orar durante una homilía por el obispo encarcelado Rolando Álvarez, condenado en febrero de 2023 a más de 26 años de prisión por delitos considerados traición a la patria tras negarse a abandonar su país.

Según la abogada e investigadora nicaragüense exiliada Martha Patricia Molina, autora del estudio ‘Nicaragua: ¿Una Iglesia perseguida?’ y que da seguimiento a esos casos, el obispo de la diócesis de Siuna «fue secuestrado por policías y paramilitares cuando se dirigía a celebrar unas confirmaciones en la parroquia de la Cruz de Rio Grande», un municipio del norte del país centroamericano.

«Un día antes de su secuestro había orado por monseñor Rolando Álvarez. Hasta la fecha no existe una acusación formal en contra de él y no se tiene información de su paradero», sostuvo.

Dos obispos nicaragüenses -entre ellos monseñor Álvarez, condenado a más de 26 años de prisión-, 13 sacerdotes y tres seminaristas se encuentran encarcelados en Nicaragua, según un informe elaborado por la investigadora Molina.

Las relaciones del Gobierno de Ortega y la Iglesia católica viven momentos de gran tensión, marcadas por la expulsión y encarcelamiento de sacerdotes, la prohibición de actividades religiosas y la suspensión de relaciones diplomáticas con el Vaticano.

El primero de enero, el papa Francisco expresó su «preocupación» por la detención de los sacerdotes católicos en Nicaragua y pidió que «se busque siempre el camino del diálogo» para superar los problemas. EFE

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