El juicio de un servidor público y la integridad para evaluar su gestión puede estar comprometida cuando surgen situaciones de índole económica de por medio. Por un interés o beneficio secundario, para el o para un tercero, se incumplen las normas legales y los criterios con los cuales deben ser evaluadas sus atribuciones y gestiones en el ejercicio del cargo público.
Los confllictos de interés se dan a todo nivel, público y privado. Por ejemplo, ser directivo de una empresa y dueño de otra, cuyo objeto o giro del negocio es el mismo. Sin embargo, lo realmente preocupante es cuando está en juego el interés público y el derecho ciudadano sobre la cosa pública.
Hemos visto con preocupación en la redes sociales, información sobre altos directivos del estado, que ostentaron cargos de decisión, incumpliendo con la norma legal y constitucional, que prohibe tener contratos con el estado mientras se es accionista de una empresa que contrata con el estado. Los nombres son públicos y conocidos.
Lo alarmante, es que si no se imponen sanciones claras y contundentes, seguiremos en lo mismo. Pero, ¿por qué es importante evitar los conflictos de interés en el periodismo? Porque puede afectar la credibilidad, la objetividad e independencia. (O)