En medio de la guerra interna contra las organizaciones narco criminales que operan en el país, el temporal invernal que atravesamos está afectando ya a cientos de familias ecuatorianas que sufren las desoladoras consecuencias de la letal combinación del fenómeno de El Niño, del evidente cambio climático que vivimos y de una estructura estatal que no logra implementar los servicios básicos necesarios, para un significativo sector de la población. Los olvidados de siempre– que año tras año miran cómo el agua les arrebata los pocos bienes e inversiones que tienen.
Si bien la naturaleza es impredecible –mucho más en estos tiempos–, la dotación técnica adecuada y oportuna de servicios permitirían disminuir de manera significativa los riesgos de pérdidas de vidas humanas y de bienes materiales.
Inundaciones, socavamientos, deslizamientos, carreteras, puentes y viviendas con graves daños estructurales son hasta ahora las iniciales pérdidas invernales en el país.
El cierre de importantes vías como la Cuenca-Molleturo-Empalme como consecuencia, en este caso, no sólo del temporal que atravesamos, sino del macabro centralismo que padecemos ha convocado a todas las autoridades azuayas a exigir al gobierno una solución integral y respuestas claras e inmediatas ante la emergencia vial que padecemos.
Es nuestro derecho y la obligación constitucional del gobierno atendernos.(O)