Desde niños nos han dicho que el premio a la constancia es la victoria, y que para alcanzar nuestros sueños no basta con solo desearlos, sino que debemos comprometernos con determinación y coraje, incluso cuando los obstáculos parecen insuperables.
Autores como Angela Duckworth, en su obra Grit: The Power of Passion and Perseverance (2016), destacan la importancia de la persistencia en la consecución del éxito. Duckworth argumenta que la determinación y la resistencia son más importantes que el talento natural o las habilidades innatas cuando se trata de alcanzar metas a largo plazo. Su investigación revela que aquellos que poseen grit, es decir, valor y determinación, además de fuerza de carácter, son quienes tienen más probabilidades de superar los desafíos y lograr el éxito en diversas áreas de la vida.
Soñar alto y comprometernos con persistencia en aquello que deseamos lograr, aún en áreas inciertas, no es fácil, pero a diario vemos muchos ejemplos inspiradores que nos demuestran que podemos superarnos a nosotros mismos, y que nunca es tarde para la realización personal. La semana pasada el alunizaje del Odysseus fue un claro ejemplo de la persistencia de muchos científicos, entre ellos un ecuatoriano, Diego Pierrotet Sánchez, quien con su equipo desde la NASA vio como su sensor experimental NDL se convirtió en el sensor principal a fallar los dos sensores principales, salvando así la misión, convirtiendo sueños en realidad y haciendo que por unas horas muchos estemos con los ojos en el cielo.
Estos logros tangibles, forjan un camino hacia un futuro lleno de posibilidades infinitas. Es hora de soñar alto, de persistir con determinación y de escribir el próximo capítulo de nuestra historia con coraje y convicción. (O)
