El pensamiento siempre es inactual y en un tiempo marcado por la inmediatez y la innovación, lo que se requiere es actualidad. Este requerimiento sin duda viene marcado por el carácter absoluto de un presente que se esfuma en la permanente novedad. La permanencia de lo novedoso hace que exista un desgaste en la apreciación de las cosas, y que lo valioso lo sea mientras es nuevo. Eso explica por qué la permanencia de lo novedoso requiere de la construcción de lo actual para sostener el sentido. Pero aparece una paradoja: lo actual no puede reflexionarse desde el presente, porque corre el riesgo de quedar extemporáneo en el vertiginoso movimiento hacia lo nuevo. Lo actual solo puede ser concebido como una anticipación que desecha el presente como condición necesaria de su innovación. De tal manera que lo actual termina distorsionando la apreciación del del tiempo en general, dado que éste no es un concepto funcional. Al contrario, lo actual suspende la continuidad, finaliza la historia y concluye el progreso. Lo actual inaugura la estática de la innovación perpetua. (O)
CMV
Licenciada en Ciencias de la Información y Comunicación Social y Diplomado en Medio Impresos Experiencia como periodista y editora de suplementos. Es editora digital.
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