El uso del cerro Monjas, uno de los miradores más importantes de Cuenca, está en disputa. Hay quienes buscan potenciarlo turísticamente y otros que quieren que se mantenga como una zona natural protegida.
Ambas peticiones se han hecho publicas a través de plataformas digitales. La una a través del médico José Cardoso, quien recolecta firmas para que este espacio, y el cerro Verde, sea consideradas áreas protegidas.
La otra, a través de personas que se hacen llamar propietarios originarios del cerro Monjas y que buscan fortalecer el turismo con la implementación del emprendimiento ‘Mirador Monjas’.
De parte de las entidades locales, no hay una posición definitiva sobre el uso de este espacio. No obstante, el Municipio procedió con la clausura de algunas nuevas implementaciones y cambios en el cerro.
Si bien existen estos puntos de vista, la realidad es que en la actualidad se evidencia una intervención empírica del cerro con la habilitación de una vía hasta la cima y la incorporación de emprendimientos turísticos.
Hoy, funciona un emprendimiento con un columpio gigante, juegos de deporte extremo, dos tiendas y la llamada ‘Cueva del Terror’, un túnel construido artesanalmente y en el que se implementó un espacio para ‘morir de miedo’.
Efectivamente, la gente encargada de este espacio comenta que no ha promocionado el lugar porque no cuentan con todos los permisos para su funcionamiento.
Pese a ello, cada fin de semana los visitantes acuden de manera masiva a este lugar para aprovechar la riqueza paisajística e incluso recorridos a caballo.
Protección del cerro Monjas
Según el médico José Cardoso, este es “el último refugio urbano de Cuenca que cuenta con unas 35 especies de mariposas diurnas y cinco especies de mariposas nocturnas”.
Según el médico Cardoso, la protección del cerro es vital, porque además habitan colibríes únicos de la zona. Asimismo, cerca de llegar a la cima del cerro Verde, aún quedan fragmentos del bosque nativo, el hogar de especies vegetales endémicas como el gullán silvestre, el matico y la sacha manzana, conocidos por sus propiedades medicinales.
De acuerdo con Cardoso, el cerro Verde y Monjas son amenazados por el avance de la frontera agrícola y la edificación de nuevas viviendas.
«Con la creación de estas áreas protegidas, podremos salvar las últimas montañas y pulmones que quedan cerca de Cuenca y que han sido utilizadas para instalar antenas o edificaciones», sentenció el médico cuencano.
Ambos cerros son utilizados por muchos deportistas para practicar: senderismo, caminatas de montaña y ciclismo de montaña.
Emprendimiento en el cerro
“Buscamos emprender y salir adelante, es nuestra forma de vida”, señalan quienes activaron el cerro para atender a los visitantes como una tienda a pocos pasos de parte más alta del cerro.
Además, durante administraciones municipales anteriores, en este mirador se realizaban caminatas y se contaban historias en torno a su importancia cultural e histórica.
Pero con el cambio de administraciones perdieron protagonismo y ahora se han dejado completamente.
El Mercurio hizo un recorrido por el cerro y se constaron los daños perpetrados por abrir nuevas vías, senderos y la construcción de nuevas infraestructuras.
Espacio de gran riqueza cultural
La posición de José Fajardo, concejal rural, sobre el cerro Monjas, es que este espacio es un lugar de gran importancia histórica y un punto de encuentro de las culturas antiguas. “Los políticos lo hemos descuidado… Queremos recuperar este espacio que tiene gran riqueza cultural”, agregó.
Además, lamentó que se han hecho las construcciones sin permiso. Para protegerlo, señaló que se prevé hacer estudios sobre los vestigios que, según el edil, están presentes en este cerro. “Vamos a pedir que se declare este espacio de utilidad pública”, sentenció el edil.
Por otra parte, dijo que se han clausurado algunas obras en el cerro, pero no ha pasado nada más y, contrario a esto, se está generando desorden. (I)
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