En nuestro Ecuador, intranquilo, confuso, perturbado por los acontecimientos que ocurren todos los días, siempre aún mantenemos la esperanza que la situación va cambiar, y que por fin los ecuatorianos vamos a lograr la paz que tanto anhelamos y por la cual Gobierno, Fuerzas Armadas, Policía, fuerzas de seguridad en todos los órdenes y ciudadanía en general empujamos el «Barco» hacia el desarrollo, la vida normal, y la paz social, empero las fuerzas del mal enquistadas en las más altas esferas gubernamentales, en la Asamblea Nacional, en los reclusorios y financiadas por el tráfico de sustancias estupefacientes y los carteles de la droga luchan por hacerse del poder en general, para lo cual ejecutan a personas inocentes utilizando el sicariato como una forma común de dar muerte a quienes se les oponen en su camino y en sus intereses, cuya situación se ha vuelto en extremo peligrosa que obligó al Presidente de la República Daniel Noboa, ha declarar «un conflicto armado interno», lo que significa una guerra entre las fuerzas del orden y los facinerosos forajidos, que quieren someter a un pueblo donde hombres y mujeres, a pesar de los dolores y de los sufrimientos caminan con pasos firmes hacia un futuro glorioso, esa actitud no es apenas una fuga de la realidad, no es la insensatez de enterrar la cabeza como el avestruz ni tapar el sol con un dedo, es la esperanza de los ecuatorianos de alcanzar mejores días para nuestros hijos y los hijos de nuestros hijos. Siempre encontraremos un mañana mejor, y lograremos caminar por calles y plazas con libertad, trabajar con dignidad y honradez, logrando romper las cadenas que hoy nos atan a una serie de circunstancias que ha perturbado la paz y la tranquilidad de la que veníamos relativamente disfrutando. La corrupción, el narcotráfico, las muertes violentas, los asaltos, el robo, «las vacunas», el femicidio, la extrema pobreza, el descuido de nuestros mayores, la falta de medicinas en hospitales , centros y Subcentros de salud , falta de atención y medicinas en el IESS, el alto costo de la vida, el abuso de especuladores con los alimentos, pensiones jubilares que no alcanzan para cubrir servicios básicos, el precio de los combustibles y el gas este último con un precio fijado por los distribuidores a pretexto de haber subido el «IVA» en cinco centavos, la corrupción en la política, administración de justicia y la extorción en los servicios públicos institucionales, es el común de las problemas contra los cuales hay que luchar con mano firme sin contemplaciones dejando de lado la «Justicia complaciente» que recibe coimas y paga favores, es necesario, urgente, indispensable salvar la Patria, desterrando la inseguridad jurídica en que nos debatimos, justicia corrupta y podrida hasta las entrañas, tanto en fiscalías como juzgados, salvando honrosas excepciones, es necesario devolverle al Estado la Soberanía hoy mancillada por politiqueros que quieren ponerle al servicio de la mafia y sus carteles. (O)
CMV
Licenciada en Ciencias de la Información y Comunicación Social y Diplomado en Medio Impresos Experiencia como periodista y editora de suplementos. Es editora digital.
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