Cuenca ha sido reconocida por su amplia gastronomía; desde sabores tradicionales hasta nuevas tendencias. Aquí ingresa el trabajo del restaurante ITA, en donde se da fuerza a la creación de nuevos platos utilizando ingredientes de la capital azuaya.
Su meta es de seguir el paso de una cocina diversa y única.
En este espacio dedicado a las experiencias profesionales cuenta con su chef principal Wilmo Ordóñez. Un lojano radicado desde hace varios años en esta ciudad. Él se siente un cuencano más.
Gracias a su propuesta, de un menú en el que se refleja sus cientos de anécdotas, su restaurante (inaugurado en agosto del 2023) ha ganado un nombre con el que le definen como un viaje culinario. Ordóñez, busca que sus ingredientes sean novedosos y de lo que menos se imagina, exista un sabor.
“Todo lo que tengo es reflejo de mi experiencia, siempre estuve inmerso en una familia donde se comía bien. Me gradué en Cuenca y siempre tuve la necesidad de seguir aprendiendo. Trabajé por algunos años en Bolivia, Panamá. Luego fui uno de los chefs en una Isla llamada Bocas del Toro. Esto fue mi laboratorio (sonríe), recuerda al profesional de la cocina.
Tras algunos años fuera del país conoció las bondades de varios ingredientes y de diferentes cocinas. Esto le motivó a regresar a Cuenca, para pensar en nueva propuesta. Pero como siempre, hubo la duda si esto iba a tomar fuerza. “Me enamoré de la cocina”.
Sorpresivo
No obstante, sus sabores de a poco iban sorprendiendo y gustando. Varios de sus comensales nunca se imaginaron se podía hacer una cremosa mantequilla de banana (orito) negro, que conlleva un proceso exhaustivo. Se coloca en un pan de masa madre.
De igual manera, a su amplio menú, que siempre está cambiando, se incluye la fanpanada. Una nueva propuesta, en la que se coloca la receta de la fanesca (guiso) como un relleno en una empanada. Se suma una salchicha de pescado acompañada de cáscara de sandía encurtida. Otra de las recomendaciones es la zanahoria de naranja, como un viaje a la infancia.
Los interesados en asumir esta experiencia gastronómica también tienen la oportunidad de disfrutar una salsa hecha base algunas hierbas que se utilizan para las tradicionales limpias. Compradas en el mercado 10 de Agosto.
“Las salsas son nuestra mejor presentación. Son únicas. Cada preparación tiene su propio ser y personalidad. No se compara con ningún plato. No tenemos una preparación estrella (sonríe). Los nombres de los platos nacen de la espontaneidad”, resalta el chef.
Su menú se destaca por tener nuevos sabores. Las entradas van desde los 6,50 dólares. El camino continúa por los platos fuertes con recetas que van desde los 10 dólares, se suma el espacio de los postres.
Se festeja la experiencia con cócteles de autor, que tienen una representación de importancia a las mujeres de la casa: Paolita, Piedadcita, Lolita, entre otros.
ITA es el diminutivo que los cuencanos usan cuando se trata de hablar con cariño: “Cuenquita”, “Paolita”, “Comidita”. La meta es de este espacio culinario, es de satisfacer el paladar y de entregar calor hogareño. Mantiene su lema de disfrutar y compartir.
El restaurante recibe de 15 a 20 clientes diarios. Se ubica en las calles Federico Proaño 7-91 y Alfonso Moreno Mora. Sus puertas están abiertas de lunes a sábado, de 12:00-14:00 y 18:00-21:30.
“Salir a comer, desde convertirse en una experiencia única y de placer. No necesariamente cuando hay eventos importantes…”.