Farsa mundial

Francisco Chérrez Tamayo

Lo que acaba de suceder el último domingo de julio, respecto a las elecciones en Venezuela, se convirtió en una farsa descomunal, ya que no fue un proceso electoral libre y transparente, al cual ya están acostumbrados los gobiernos “socialistas y robolucionarios”, que gobiernan en forma totalitaria, amparándose en dictaduras controladas por el crimen organizado y el narco tráfico. Uno de estos capos de la mafia en Latinoamérica es Diosdado Cabello, hoy convertido en brazo derecho del corrupto dictador. Provoca gran indignación que para estas elecciones solo fueron aceptados delegados internacionales afines al gobierno de Maduro, en cambio los otros ni siquiera pudieron aterrizar en Caracas, antes de ser devueltos a sus países de origen. Más indignación causa todavía que, en la última reunión de la OEA (hace 3 días) no se logró la resolución que buscaba pedir la publicación de los resultados y permitir la presencia de observadores idóneos, para garantizar la legitimidad del proceso; es fácil colegir que países no asistieron y cuales se abstuvieron de votar para que no se cristalice esta moción. Obviamente este fraude sin nombre, no solo que ha sido reconocido, sino también felicitado por algunos gobiernos latinoamericanos pertenecientes al ya famoso “grupo de Puebla”, convertidos en parásitos de las dictaduras y de sus fondos públicos; quienes, por seguir estos mismos lineamientos políticos y económicos, les tienen a sus países en la quiebra y en la indigencia. Claro, no podía faltar la adhesión del prófugo de la justicia ecuatoriana y su séquito de obsecuentes serviles, muchos de los cuáles están vinculados a grupos delincuenciales y criminales, por lo que afrontan problemas judiciales; y que, sin lugar a dudas, también son parte sustancial de la debacle política, social, económica y moral, por la que atraviesa nuestro país. Específicamente los asambleístas de la revolución ciudadana, quiénes luego de las votaciones al respecto, demostraron una vez más que, NO son merecedores de ocupar este cargo en nuestra asamblea nacional. Estamos conscientes que será harto difícil derrocar a este dictador, que le ha convertido al hermano país de Venezuela en un narco estado; pero bien por la gran mayoría de la comunidad mundial que no reconoce y cuestiona esta tamaña farsa. Nuestra adhesión y respaldo al pueblo venezolano que no claudicará hasta conseguir su democracia y libertad. (O)