Nueva ola migratoria  

María Eugenia Moscoso C

Lastimoso resulta admitir que un país -otrora exitoso, como fuera Venezuela- hoy, está sumida en el más grande deterioro económico y social, sigue perdiendo su población, en razón de la profunda crisis del gobierno, que durante 25 años ha registrado este país caribeño.

Según recientes estadísticas, hay siete millones setecientos venezolanos en calidad de migrantes, ubicados en los distintos países de América Latina y el Caribe. Ahora, con el nuevo fraude registrado en las elecciones del 28 de julio, se habla del pronunciamiento de un 40% de la población actual que estaría alistando papeles para abandonar el país, en razón de estos resultados fraudulentos que obligan a la población a continuar emigrando.

En el Ecuador, se tiene ya el pedido de entrada, de 800 personas que desean salir de Venezuela, de acuerdo a los reportes de la Fundación que atiende a migrantes venezolanos.

Para nuestro país constituye un fenómeno alarmante, puesto que se han registrado desplazamientos de los lugares de trabajo, de los propios ecuatorianos reemplazados, en su lugar, por venezolanos.

En las calles se volverán a ver a mujeres y a niños mendigando por una moneda y durmiendo bajo los puentes. Problemas sociales y humanos que nos llevan a pensar en el origen del mal: unas elecciones fraudulentas y la imposición de un dictador que no quiere dejar el Palacio de Miraflores. ¡Lamentable situación! (O)