Por Fernanda Ramón, enviada especial de El Mercurio
Han transcurrido más de tres décadas en las que Juan Salvador Inga, oriundo del cantón Déleg, provincia del Cañar, llegó a Estados Unidos. Hoy en día es el propietario del restaurante Sabor Latino.
Él fue parte de la ola migratoria de aquella época y junto a más integrantes de su familia, han hecho del país americano su lugar de residencia.
En Ecuador se desempeñaba en actividades del campo, pero a su llegada a Norteamérica encontró trabajo en un restaurante e inició lavando platos y ayudando en la cocina. Fueron siete años de desenvolverse en trabajos similares, tiempo que le permitió aprender inglés y conocer más sobre este país.
Con sueños de superación, Juan Salvador culminó sus estudios secundarios en Estados Unidos y también pasó por las aulas universitarias. Lamentablemente no culminó la carrera de Administración de Empresas porque el tiempo entre estudiar y trabajar era complicado.
Junto a dos de sus hermanos decidieron emprender en un negocio, siendo el inicio del restaurante Sabor Latino.
“Siempre fue una carta con platos de la cocina ecuatoriana, tanto de la Costa como Sierra”, cuenta el migrante emprendedor a El Mercurio.
La sazón ecuatoriana en Sabor Latino
La guatita, encebollados, ceviches, hornado y fritada no faltaron en su menú. La acogida fue excelente y se expandieron a un local más amplio. Antes de la pandemia contaban con 85 empleados y hoy en día tienen a cerca de 55 personas trabajando en el restaurante.
El Sabor Latino se ha convertido en un espacio de encuentro de migrantes, para disfrutar de la tradicional comida ecuatoriana y recordar la gastronomía de su país. Inclusive, en julio de 2024 fue el punto de encuentro entre los migrantes cuencanos y el Club Deportivo Cuenca.
“Nosotros somos la primera ola de migrantes a Estados Unidos y emprendimos dentro de nuestras capacidades”, señala Juan Salvador Inga.
Entre errores y aciertos decidieron apostar por un negocio, sin embargo, hoy en día son testigos de cómo más ecuatorianos con esfuerzo y dedicación emprenden con una nueva visión, tras abandonar su país de origen.
A más de administrar el restaurante, el ecuatoriano también trabaja en otro espacio y representa a algunos artistas, realizando giras en todo el país. (I)