¿Qué esperamos los cuencanos?

Los estiajes son el punto más bajo en el caudal de agua y corresponde a una sequía que alarma en tanto no existe suficiente agua para consumo humano, industria, energía hidroeléctrica y otros usos entre ellos el agrícola. Con la existencia del cambio climático y múltiples modificaciones que ha sufrido la naturaleza por causas antropogénicas, resulta muy difícil la superación de las secuelas que resultan de estos procesos. Consideremos que no existe mecanismo para frenar la deforestación y la siembra de árboles es tan esporádica que resulta ser pobre con respecto a la cosecha de madera, la mayoría no sembrada por mano humana, sino fruto de los bosques silvestres, usualmente amazónicos. La sierra y austral tan desprovista de bosques que sus montañas dan lástima por el proceso de erosión que las desviste de suelo agrícola, de diversidad biológica.  Para rematar esta crisis, los seres humanos en innúmeras locaciones han optado por producir incendios que laceran a la Tierra, queman la estructura biológica del suelo tornándolo estéril, destruyen la vida propia de cada hábitat, deshidratan el suelo y alteran flujos hídricos, contaminan la atmosfera que sirve para la respiración de todo aeróbico, producen el desplazamiento de las nubes por efecto térmico y con ello disminuyen las lluvias, ocasionando crisis de gran significación, en este siglo que está considerado como el testigo hasta de conflictos bélicos por el AGUA y para interpretar el problema, ya existen muchas regiones del mundo con sed.

Es lacerante mirar a los ríos morlacos, empedrados y desvestidos del vital recurso, en tanto se presiona para la destrucción de los páramos andinos (lugares de recarga hídrica), con procesos de minería, como sí esta fuese la solución a los múltiples problemas en Ecuador.  

Qué esperamos los cuencanos, para con amor y responsabilidad por nuestra casa y herederos, exigir el manejo técnico, ético, ecológico del Yanuncay, al igual que se hizo con el Machángara, y no permitir el accionar de fuerzas detractoras. También poner en marcha el proyecto “Dos Chorreras-Rasullana” en El Cajas. (O)

DZM

Licenciada en Ciencias de la Información y Comunicación Social con experiencia en coberturas periodísticas, elaboración de suplementos y materiales comunicacionales impresos. Fue directora de diario La Tarde y es editora.

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