Sebastián Barreiro, hijo de la vicepresidenta Verónica Abad, afirmó no tener dinero en paraísos fiscales y, además, denunció persecución.
Esta aclaración y revelación las expuso tras ser denunciado por, presuntamente, tener dinero en una off-shore.
Esto supuesta irregularidad se hizo pública a través de dos comunicadores, quienes publicaron documentos en los que se revelaba la presunta participación del Barreiro en empresas en Islas Mauricio y Bélice.
Según los documentos, el hijo de la vicepresidenta Verónica Abad habría recibido unos 8 millones de dólares.
Tras estas publicaciones, Sebastián Barreiro convocó a una rueda de prensa en la que afirmó no tener cuentas en paraísos fiscales.
Según Barreiro, los periodistas que publicaron esos documentos no contrastaron la información y “cayeron en el juego”.
A decir de Barreiro, los documentos son falsos y lo único que buscarían es desprestigiarlo.
“No tengo cuentas bancarias en ningún paraíso fiscal… No manejo dinero ni acciones en ningún lugar del mundo”, agregó el hijo de la vicepresidenta.
Además, agregó que ha solicitado asistencia internacional para certificar que los bancos no entregaron esa documentación.
Barreiro y su defensa
Oswaldo Trujillo, el abogado de Barrerio, explicó que él y su equipo de trabajo han investigado los registros públicos electrónicos en los países en los que se atribuye a su cliente las cuentas bancarias y las compañías, pero estas “no existen”.
Asimismo, aseguraron que no existen registros públicos de las cuentas.
También ratificó su apertura para recibir asistencia penal internacional para que fiscalía verifique esas compañías y cuentas bancarias.
Amenazas contra el hijo de Verónica Abad
Por otra parte, Barreiro aseguró que es víctima de amenazas y persecución. «He guardado prudente silencio estos meses recientes, pero no se puede más», agregó Barreiro.
Incluso mostró una hoja con un dibujo que, aparentemente fue abandonado en su casa, en el que esta escrito “te estoy vigilando”.
Dijo además que ha visto drones volando cerca de su domicilio y que siente que lo vigilan de manera permanente. (I)
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