Parece que el señor Noboa vive otra realidad, el país no tiene la energía necesaria para mover su economía y no se da por enterado, aunque las pérdidas cada día que pasa son millonarias. No ve, no escucha, no habla y cuando lo hace su retórica vacía incrementa aún más el desconcierto ciudadano y profundiza la crisis institucional como lo demuestra con el desmentido que hace las FFAA sobre las plantaciones de coca en el país; este es uno de los tantos ejemplos que, por desgracia, atestiguamos todos los días del sinsentido con que estamos siendo gobernados. La ligereza con que se hace las declaraciones desde Carondelet junto a las graves contradicciones en las informaciones y afirmaciones que hacen ministros y funcionarios de este “nuevo Ecuador”, nos coloca en una peligrosísima situación económica política que nubla aún más el porvenir ecuatoriano. Sabemos que la comunicación no puede hacer nada si no existe gestión alguna, pero aun así ¿cómo entender una cadena nacional en medio de la peor crisis energética sin referirse a ella?, ¿fue necesario hacerla para “advertir” a las organizaciones narcodelictivas que “Ecuador ya no es su territorio”? El “aquí estoy” no es suficiente, más bien desnuda la desesperación del candidato presidente que se aferra a la narrativa de su guerra contra las drogas que fracasó incluso antes de comenzar, como lo ha hecho su gobierno. (O)
