El fenómeno natural de la sequía, se ha convertido en el azote a nuestro amado Ecuador y de ello no podemos echarle la culpa a nadie , pues que se trata de un fenómeno natural que ha venido agravándose con el andar del tiempo , por que el hombre a nivel mundial no ha tomado conciencia que debemos proteger y cuidar a la naturaleza y no atentar contra ella , con la tala de bosques, incendios forestales y otros aspectos de los cuales no nos preocupamos, como la protección de las cuencas hídricas que están siendo contaminadas con la exploración y explotación de la minería ilegal a ello haya que sumarle el cambio climático y el crecimiento demográfico que agravan sus efectos. La sequía impacta directamente en la agricultura y la ganadería, dos rubros indispensables y fundamentales de nuestra economía, a ello debemos sumarle la amenaza el racionamiento de agua potable y los apagones de la generación de energía eléctrica, lo cual en conjunto crea una crisis de recursos vitales para nuestra supervivencia y no solo ello sino que existe una amenaza apocalíptica de abandonar el campo por falta del recurso hídrico para uso de consumo humano , abrevaderos y riego, factores indispensables y vitales para que pueda seguir existiendo el género humano , de lo contrario pende de un hilo nuestra existencia que en cualquier momento puede colapsar en forma colectiva. La situación es extremadamente difícil para las áreas rural y urbana y todo por nuestra propia culpa, de cientos de años que hemos abusado de la naturaleza y de los recursos naturales. No nos hemos preocupado de proteger el ambiente, cuidar los ecosistemas, no talar árboles y no provocar incendios forestales, así como tampoco contaminar las cuencas hídricas, ríos, lagos y mares entre otros aspectos que son indispensables para nuestro medio ambiente. Debemos tomar conciencia sobre el uso inteligente y racional del agua, ya sea que estemos en una zona árida o lluviosa, porque de lo contrario no sólo que nos veremos obligados a migrar y abandonar nuestra tierra natal y nuestras casas, antes de perecer de necesidad. Debemos actuar reflexivamente y no políticamente porque este último no nos trae ningún remedio a la crisis sino que la agravamos y en vez de unirnos para proteger el ambiente nos lleva a una polarización irracional, en la cual queremos causar el mayor daño a quienes no piensan como nosotros, sin analizar que esta situación nos afecta a todos por igual sin distinción de clase, condición social o posición ideológica. Hoy es necesario la unidad de todo el género humano no solo de los ecuatorianos si queremos salvar el planeta que está seriamente amenazado con colapsar y con ello todos los seres vivos del universo. (O)
DZM
Licenciada en Ciencias de la Información y Comunicación Social con experiencia en coberturas periodísticas, elaboración de suplementos y materiales comunicacionales impresos. Fue directora de diario La Tarde y es editora.
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