El país ya no acepta más candidatos que presumen de sabelotodo, ya no
estamos para experimentos y engaños, peor seguir siendo un botín de
avivatos. La gran mayoría de ecuatorianos casi que ya no creemos en nadie,
a pesar de que muchos políticos, con y sin experiencia, pregonan estar
dispuestos a servir a la patria y por ende estar preparados para ejercer una
gran y difícil responsabilidad.
Los políticos ecuatorianos se han ido desgastando y perdiendo credibilidad,
por ello, es prioritario y necesario que tengan el perfil idóneo para
presidente y asambleístas, asumiendo que están empoderados de todos los
problemas del país y el cómo afrontarlos. Dentro de este marco, con todo el
respeto decimos que, esperamos candidatos sinceros y sin rabos de paja,
dejando a un lado la mitomanía y el accionar de “chimbadores” prestos
para apearse a la camioneta del triunfo.
Que, en este mes de noviembre, de las conmemoraciones de la: ¡Reina
hermosa de fuentes y flores, Cuenca ilustre de galas vestida…!, los
políticos y de manera particular los cuencanos y azuayos en general,
ofrezcan lo que pueden cumplir, lo realizable en función de realidades, que
no se esmeren en engañar, verbigracia: la vía a cuatro carriles el Descanso-
Gualaceo, la amplia entrada sur a la ciudad y más embustes utópicos de
campañas políticas propias de gente que no sabe ni mentir.
Ojalá que en esta ocasión los políticos candidatos, no agravien a la política,
que como tal es positiva, se muestren sinceros en sus discursos y
particularmente para Cuenca y el Austro, que lo ofrecido y por ofrecer sea
cumplido, que los políticos demuestren que saben, caso contario
concordamos con lo que describe el español Pio Borja. A saber:
Hay 7 clases de personas en un conglomerado, a conocer:
- Los que no saben. 2.Los que no quieren saber. 3. Los que odian saber. 4.
Los que sufren por no saber. 5. Los que aparentan saber. 6.-Los que
triunfan sin saber, y. 7. Los que viven gracias a que los demás saben. “Los
últimos se llaman así mismos “políticos” y a veces hasta “intelectuales”.
“Cualquier parecido es pura coincidencia”