A Noboa se la agotan las opciones para prescindir de Abad

La demanda que presentaron en contra de Verónica Abad ante el TCE no terminó en destitución, como el Gobierno esperaría.

A solo dos meses de que inicie la campaña por la reelección, al presidente Daniel Noboa se le van agotando las opciones legales que le permitirían retirar del cargo a Verónica Abad, quien fue su compañera de binomio y como vicepresidenta la envió a Israel como embajadora; por la mala relación personal que tienen, no desea encargarle la Presidencia, cuando se ausente para promocionar su candidatura.

El 5 de noviembre del 2025 en la noche se conoció que uno de los últimos recursos que se presentó en contra de Abad, aunque sí implicó en una multa para la vicepresidenta, no llegó al nivel de la destitución.

Ivonne Coloma, jueza del Tribunal Contencioso Electoral (TCE), emitió una sentencia en la que estableció que Abad incurrió en una infracción electoral grave, al realizar campaña anticipada cuando se postuló a la alcaldía de Cuenca, en las elecciones seccionales del 2023, por lo que la sancionó con una multa de 20 salarios básicos unificados, equivalentes a 8.500 dólares.

“Imponer la sanción máxima, como lo solicita la parte denunciante, sin considerar las circunstancias particulares del caso, a criterio de esta juzgadora contravendría el principio de proporcionalidad que debe existir entre la infracción cometida y la sanción”, señaló la jueza en su fallo.

Juan Esteban Guarderas, vocal del Consejo de Participación Ciudadana y Control Social (Cpccs) y denunciante de Abad, pidió para la vicepresidenta la sanción económica, pero que también que se le suspendan los derechos políticos por dos años, lo cual le habría imposibilitado el asumir la Presidencia, a modo de encargo. La última solicitud no fue aceptada por la jueza Coloma.

Se agotan los recursos

Una vez resuelta la denuncia de Guarderas, ante el TCE todavía quedan por resolverse las denuncias que Diana Jácome, consejera presidencial, y la canciller Gabriela Sommerfeld le impusieron a Abad por supuesta violencia política de género; las cuales fueron en respuesta de las que la vicepresidenta presentó contra el presidente Daniel y cuatro de sus ministros, por la misma causal.

Mientras, otras vías que se tomaron desde el Gobierno para prescindir de Abad se han ido desechando; la consulta a la Procuraduría, que pretendía no solicitar licencia durante la campaña, no tuvo una respuesta positiva para Noboa.

A la vicepresidenta también se le inició un sumario administrativo ante el Ministerio del Trabajo; la ministra Ivonne Núñez anticipó que, como lo manda la Constitución, a un funcionario de elección popular no se le puede destituir por esta vía, así que esta opción, aunque la audiencia recién se realizará este 7 de noviembre, también estaría descartada.

La única opción es el encargo

Para Medardo Oleas, expresidente del Tribunal Contencioso Electoral (TCE), la única opción que siempre tuvo Noboa para poder participar en la campaña por la reelección fue la de encargarle la Presidencia a Abad, pues «fue la vicepresidenta que él escogió».

“Las únicas vías constitucionales por las que se puede reemplazar a una vicepresidenta son la renuncia, la muerte o el juicio político, no existen más opciones; Noboa tendrá que dejarle a Abad por lo menos un mes en el cargo; si pasa a la segunda vuelta, serán 17 días más”, recalcó el experto.

¿Qué hará Verónica Abad cuando sea presidenta?

Según el calendario de las elecciones generales del 2025, entre el 5 de enero y el 6 de febrero del 2025, Daniel Noboa se ausentará de la Presidencia para participar en la campaña para la reelección, en ese tiempo Verónica Abad asumirá el cargo de presidenta.

De antemano, la vicepresidenta ha advertido que una de sus primeras acciones será echar abajo el alza de los tres puntos del IVA, para lo que contaría con el apoyo del correísmo en la Asamblea.

Según Mauricio Alarcón, director de la Fundación Ciudadanía y Desarrollo, en esos 30 días Abad contará con plenos poderes, por lo que podrá hacer todo lo que tiene potestad un presidente de la República.

“Si es que viene preparada, el mismo día de su posesión podrá emitir decretos, remitir leyes, cambiar el Gabinete, levantar los estados de excepción; en 30 días puede desmantelar el Gobierno de Noboa”, recalcó el experto.

Andrea Salazar

Periodista multimedia especializada en temas políticos, judiciales, económicos y de migración con enfoque nacional.

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