Patricio León, vitralista galardonado por el CIDAP

El cuencano ha sido honrado con la Medalla CIDAP a la Excelencia Artesanal en la categoría “Grandes Maestros de la Artesanía Ecuatoriana”.

Patricio León Bustos es un artista dedicado a la creación de vitrales desde hace 42 años, un oficio que lo ha llevado a transformar el vidrio en obras de arte que iluminan espacios y narran historias a través del color y la luz.

Se graduó como arquitecto en 1970 en la Universidad de Cuenca. Pero su fascinación por el vidrio lo llevó a explorar este material en profundidad, un camino que lo ha consolidado en un referente de esta especialidad en Ecuador.

El vitralista cuencano ha sido honrado con la Medalla CIDAP a la Excelencia Artesanal en la categoría “Grandes Maestros de la Artesanía Ecuatoriana.” Este reconocimiento es un tributo a su trayectoria de más de cuatro décadas.

Inicios

Su primera incursión en este mundo fue en México, a donde León viajó atraído por la tradición vidriera de ese país. Allí se sumergió en el aprendizaje con Alfonso Soto Soria y Alberto Barovier, este último, artesano de una familia veneciana, reconocida por su legado de más de 300 años en el vidrio.

Junto a Barovier, León no solo aprendió técnicas, sino que también adquirió fórmulas y conocimientos esenciales sobre la manipulación del vidrio, una experiencia invaluable. Esta etapa marcó un antes y un después en su vida y le permitió traer a Cuenca la esencia del arte del vitral.

Al regresar a la ciudad, fundó en 1982 Vidrart Cía. Ltda., una empresa pionera en el diseño, producción e instalación de elementos artísticos.

En sus primeros años, León se dedicó a elaborar piezas de vidrio soplado, pero el vitral se convirtió en su verdadera vocación.

Desde entonces, su taller se ha convertido en un templo de trabajo, donde siempre hay piezas en proceso, herramientas y fotografías que reflejan el esfuerzo de cada proyecto completado. León dirige este espacio con la seriedad y la pasión de un alquimista que ha encontrado el secreto de la luz.

Obras en el Ecuador

Entre sus obras se encuentran los vitrales de la Vicepresidencia de la República en Quito, un diseño generado con base en el poncho andino; el de la Universidad Andina Simón Bolívar.

El del Parque Patrimonial del Recuerdo de la Junta de Beneficencia en Guayaquil. Es un vitral de unos 14 metros de ancho por cuatro metros de alto.

En Cuenca, realizó el mosaico de Hernán Malo en la Universidad del Azuay. El vitral sobre la enseñanza para Juan Cordero y el del Salón de Honor titulado “La luz en la luz”, inspirado en el pensamiento de Malo, quien concebía la Universidad como un faro de conocimiento y sabiduría.

Restauración en San Alfonso

El arte de Patricio León embellece espacios, cuenta historias y preserva el patrimonio. Uno de sus trabajos emblemáticos fue la restauración de los vitrales de la iglesia de San Alfonso, que datan de 1880 y fueron una obra del maestro francés Louis Víctor Gesta, siendo los primeros que llegaron a Ecuador.

“Los primeros vitrales que llegaron al país fueron traídos para el padre Juan Bautista Stiehle y se instalaron en Cuenca en la iglesia de San Alfonso”, cuenta el artesano.

En esta restauración, se desarmaron 24.860 piezas siguiendo una metodología europea que respetó cada detalle del trabajo original. Esta labor, que tomó dos años, concluyó en 2017.

Creatividad, el alma del arte

León explica que el color en el vitral es propio del vidrio, lo que hace que el control cromático sea un desafío. Sus diseños no se limitan a patrones tradicionales, incorporan influencias andinas, art déco y elementos modernos y contemporáneos.

Cada color y forma en sus obras son cuidadosamente planeados, desde la elección de la materia prima hasta la estructura final.

«Ese es el misterio del vitral. En la mañana es uno, en la tarde es otro y en la noche otro. El vidrio es el material más enigmático que se puede conocer; es luz, color, matices, texturas», afirma.

Para León, la base de cualquier objeto de diseño es el concepto y este puede ser expresado a través de diversas corrientes estéticas, filosóficas o de moda.

Como docente, su enfoque en la enseñanza siempre estuvo orientado a cultivar en sus estudiantes una visión integral, que va más allá de lo superficial para profundizar en los aspectos que dan vida a cada creación.

Proyecto

Actualmente, León trabaja en un proyecto de 127 metros para una Iglesia Mormona en Managua, Nicaragua.

Inspirado en el estilo art déco, este vitral incluye diseños florales y decorativos, así como un vidrio especial que genera reflejos únicos. Lleva un mes en esta labor que estará terminada en cinco meses más y su instalación tomará tres meses adicionales.

Su obra es una metáfora de su vida: una existencia labrada, en la que cada pieza encaja con precisión y cada vitral cobra vida a través del brillo del día y el misterio de la noche.

Para quienes conocen su trabajo, los vitrales de Patricio León no son solo piezas decorativas, sino ventanas hacia la historia, la espiritualidad y la dedicación de un hombre que ha marcado una huella en el arte ecuatoriano. (PNH)-(I)

DATOS

  • Patricio León es fundador de la Facultad de Diseño de la Universidad del Azuay, donde fue docente durante 30 años.
  • Un vitral puede costar 300 dólares y alcanzar los 2.500 dólares el metro, de acuerdo con el vidrio, el diseño y los detalles.
  • Para obtener los materiales necesarios, Patricio León mantiene contacto con proveedores especializados en Estados Unidos y Europa, quienes le suministran materiales de alta calidad.

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Licenciada en Comunicación Social con experiencia en medios tradicionales y digitales. Hace coberturas y en redacción de temáticas de emprendimiento, empresarial, sociedad e interculturalidad.

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