En un hito para la inclusión financiera en Ecuador, la Cooperativa de Ahorro y Crédito Jardín Azuayo, con el tradicional toque de campana, anunció la segunda emisión de su exitoso Bono Social de Diversidad e Inclusión, por un monto total de US$20 millones, donde BID Invest participó como inversionista ancla.
En esta emisión, SILVERCROSS, casa de valores, actuó como agente estructurador, mientras que la Bolsa de Valores de Guayaquil facilitó la conexión de la Cooperativa con un mercado comprometido con la inclusión financiera. De esta manera, se abrió la puerta a la participación de inversionistas nacionales, quienes ahora tienen la oportunidad de contribuir directamente al financiamiento de proyectos que empoderan a mujeres, jóvenes y grupos históricamente marginados.
En el marco de la emisión, BID Invest suscribió una inversión por US$10 millones, mientras que inversionistas nacionales participaron en la adquisición de US$5 millones. Aún quedan disponibles US$5 millones, dirigidos a inversionistas interesados en impulsar la inclusión financiera.
La emisión de este bono social forma parte de la estrategia de Jardín Azuayo para financiar, promover y ampliar el acceso al crédito para micro, pequeñas y medianas empresas (MiPymes) de propiedad y/o lideradas por mujeres, personas con bajos ingresos, con bajo nivel educativo, grupos étnicos como comunidades indígenas, y/o migrantes en Ecuador. «La segunda emisión del bono social refleja nuestra coherencia entre los valores que promovemos y el trabajo que realizamos. Este logro nos permite continuar apoyando a los sectores históricamente desatendidos, quienes, a pesar de contar con actividades económicas, requieren apoyo para desarrollarse, generar empleo y convertirse en actores clave en el fortalecimiento de la Economía Popular y Solidaria», comentó Juan Carlos Urgilés, gerente de la cooperativa Jardín Azuayo.
Adicionalmente, con esta emisión, Jardín Azuayo pone en evidencia la esencia de sus valores, pues esta es más que un instrumento financiero; es una expresión tangible de su compromiso con el bien común. Al invertir en estos bonos, los inversionistas no solo obtienen un retorno financiero, sino que también se convierten en agentes de cambio, contribuyendo a construir un mundo más justo y solidario.